sábado, 30 de junio de 2018

8+1=9

Si hace un año comentaba que se cumplían ocho de mi accidente, obviamente, ahora son nueve.
9 años es por tanto el tiempo que llevo en rehabilitación y fuera de la actividad  laboral. y de investigación astrofísica.
También han sido nueve años los que ha tardado mi sistema vascular en fabricar un nuevo coágulo que me fastidiara la salud. Gott sei Dank, esta vez el trombo se alojó en la arteria pulmonar y dejó tranquilo a mi ya castigado cerebro.
También en los próximos meses se irán cumpliendo nueve años de cada uno de los hitos de mi proceso de recuperación..
Aunque gran parte del tiempo transcurrido lo he dedicado a la rehabilitación  y a la navegación por Internet, he aprendido a no encontrar un sólo momento de aburrimiento.
Lo peor de mi situación ha sido no poder compartir los buenos momentos de estos años con las personas que amo.:Sobretodo mi madre y los nenes que van creciendo y haciendo su vida y pasado mañana no me necesitarán para nada.
Pongo una foto en el salón de casa de mis inicios de rehabilitación en octubre de 2010
Nueve años han tenido que pasar para que pueda caminar sin ortesis 

jueves, 28 de junio de 2018

Eutanasia por una caries

Como comentaba , la semana pasada estuve ingresado en el Hospital del Pilar por una embolia pulmonar.
Sin embargo, lo que de verdad me dolía era una muela por causa de una caries.
Mientras estaba encamado, yo no paraba de solicitar analgésicos que me calmaran el dolor de muelas.
La solución llegó con la visita del especialista maxilo-facial quen me pautó antibióticos para eliminar la infección bacteriana provocada por la caries.
Superado el proceso infeccioso y con el alta cardiológica, fui a mi dentista habitual quien me empastó la muela y a otra cosa mariposa.
Gott sei Dank, no he tenido que experimentar el dolor que producen enfermedades como el cáncer pero las personas que conozco a quienes sí les ha tocado esa desgracia, lo sobrellevan a base de morfina.
Nadie en el hospital sugirió que me administraran morfina para que dejara de marear por mi dolor de muelas.
El dolor de una embolia pulmonar es bastante soportable y se te pasa en cuanto descansas pero no creo tener que explicar al lector lo desagradable que resulta un dolor de muelas.
Según el anteproyecto que se aprobó ayer, para que te finiquiten será necesario que el paciente lo solicite, cosa que yo no habría hecho porque la familia estaba preparando su viaje a Japón.
Sin embargo, todo llegará y se acabará aplicando a los pacientes que mareen demasiado a los sanitarios por culpa de cualquier dolor.
En mi caso, además, podrían aducir que , total soy un descerebrado tullido y hasta me harían un favor dándome de baja.
En los estudios de Medicina tendrán que añadir la especialidad de matarife y quienes cursen el MIR de matarife luego no podrán alegar objeción de conciencia.

Mucho me temo que no queda lejos el día que solucionen el problema del gasto sanitario reduciendo el número de pacientes

miércoles, 27 de junio de 2018

Asumir las limitaciones

Vaya por delante que me encuentro perfectamente y para nada siento que mi vida se terminara aquel 29 de junio de 2009 cuando sufrí el AVC que dio lugar a todas las complicaciones catalogadas como posibles y que me dejaron secuelas de las que intento recuperarme desde entonces.
Dicho esto. Lo que sí tengo que asumir es que hace ya nueve años un equipo de peritos médicos cuyo trabajo es evaluar el estado de salud y capacidad de trabajar de los ciudadanos determinó que sufro un 98% de diversidad funcioonal ( discapacidad) y situación de dependencia de máximo grado (5) por lo que se me situaba en nivel de gran invalidez.
Dicho esto, parece razonable aceptar que realmente soy un inválido incapaz derealizar muchas tareas que antes del accidente sí podía realizar.
Las limitaciones físicas son claramente visibles y la hemiplejia izquierda  no se puede disimular,
Es frecuente que algún terapeuta me pida que realice una determinada acción con la mano izquierda.
La respuesta obvia es: Si pudiera hacer eso que me pides, no estaría aquí
Viendo la botella como medio llena, no puedo perder de vista que mi situación podría ser extraordinariamente peor.
Durante muchos meses fueron muchos quienes pensaron que no sobreviviría o que, en el mejor de los casos,  me quedaría en estado completamente vegetativo.
Así que puedo estar contento de poder caminar - aunque cojeando- y puedo realizar todas las tareas que se puedan realizar con una sola mano.
Tengo compañeros de terapia tetrapléjicos o que se han quedado total o parcialmente ciegos.
Otros han perdido la capacidad de leer (alexia).
Cierto que sufro un notable trastorno de déficit de atención (tda) que me dificulta la concentración para realizar tareas intelectuales, lo que impide continuar trabajando en mis tareas de creación de conocimientoo para poder continuar desarrollando mi trabajo astrofísico.
Que nunca llegaría a ser un crack de la Ciencia es algo que asumí ya durante mis años de estudiante en la Universidad al comprobar cómo mis compañeros eran infinitamente mejores que yo.
Aún así conseguí terminar el doctorado en Astrofísica, si bien me llevó 15 años terminarlo.
No debía ser un mal trabajo cuando el tribunal me puntuó Apto Cum Laude y un resumen del trabajo - convenientemente traducido al inglés - mereció ser publicado en Astronomy & Astrophysics
Vengo a contar hoy todo esto porque, tras mi semana hospitalizado por una embolia pulmonar, Menchu y los niños se han ido de viaje a Japón.
No es la primera vez que la familia se va de viaje y yo me quedo aquí sólo con mi AP.
Al menos estoy lo suficientemente bien para que ellos puedan viajar sin problema.
Cierto que me habría gustado ir pero para ellos habría sido una carga demasiado incómoda,
Lo bueno de asumir mis limitaciones es que puedo disfrutar de ese viaje sabiendo que ellos se lo están pasando bien.
Y ya que me he quedado aquí, he terminado mi último video de la actividad correspondiente


La actividad de creación -edición de videos me ha permitido crear este contenido

jueves, 21 de junio de 2018

Tres años sin mi madre

Se cumplieron ayer, 20 de junio tres años de la desaparición de mi madre.
He pasado media vida sufriendo porque sabía que ese día habría de llegar.
Cuando finalmente sucedió, el córtex frontal de mi cerebro ya estaba lobotomizado por lo que había perdido la capacidad de sentir emociones.
De este modo, el correspondiente duelo que tanto había temido se hizo mucho más llevadero tal y como comenté entonces..
Sin embargo, sí me queda el pesar de haberme perdido sus últimos años, más por pereza que por incapacidad.
Consciente de mis dificultades, ella venía a verme a casasiempre que podía aunque para ella eso representaba un tremendo esfuerzo por su delicado estado de salud.
Aún así, ella me sacaba a pasear empujando mi silla de ruedas por la Gran Vía y calles adyacentes.
La última pincelada de mi pereza sucedió el mismo día de su partida en que, cuando ya iba a salir hacia el Hospital para verla, me dijo Santi: Es urgente?
Espero que no, le respondí.
Pasada una media hora, Llegó Menchu y me dijo: Ya ha fallecido.
Así que hasta eso me perdí.
Sobre mi desmesurada pereza ya escribiré una entrada monográfica algún día.
Cierto es que mi Madre ya había dimitido de la vida mucho antes pues mi proceso hospitalario lo sufrió como si yo no lo hubiera superado.
Lo bueno de ser creyente, en estos casos es que vvivo convencido de que nos volveremos a ver, así como al resto de personas que he amado.
No obstante, se supone que ese reencuentro resultará irrelevante frente a la compañía del Creador.
Una de las últimas fotos que le tomé a mi madre, años antes del accidente
Fuente: Yo mismo


jueves, 14 de junio de 2018

Tromboembolismo pulmonar TEP

Como a perro flaco todo son pulgas, la última que me ha pasado ha sido un TEP.
Llevaba varias semanas en que respiraba con dificultad. Yo lo achacaba a lo que me habían dicho los fisios de que los músculos de mi hemicuerpo izquierdo que intervienen en la respiración, no funcionan adecuadamente por lo que mi capacidad de ventilación se encuentra limitada.
Al parecer, incluso el diafragma puede estar afectado por la hemiplejia y, lo que es seguro, es que mi pectoral izquierdo no expande mi caja torácica de la forma ideal.
Se suma a todo ello los constantes ejercicios que realizo de estirar  mi extremidad superior izquierda (ESI)para despegar el brazo del tronco pueden provocarme agujetas en el pectoral izquierdo.
Así las cosas, el pasado lunes 11 de junio, al salir de piscina noté una punzada en el pectoral izquierdo y notables dificultades para respirar. Como iba acompañado de mi AP, esta me invitó a detenerme a descansar indicándome que me había quedado pálido.
En ningún momento sentí mareos ni dolor de cabeza así que seguí culpando a mi pectoral izquierdo de la situación.
Sin embargo, Menchu sí que sospechó que había algo más ya que me oía hiperventilar por la noche en la cama.además que una fatiga excesiva en tareas de mínimo esfuerzo.
Por ese motivo, decidió pedir hora a nuestro cardiólogo (Dr. Cusó) de la mutua, quien pasa consula en la Clínica (ahora hospital) del Pilar.
De este modo fuimos a su consulta el pasado miércoles 13 de junio.
Al contarle mis síntomas, lo primero que me dijo es que el corazón no duele y me hizo un electrocardiograma por si había algo, descartándose insuficiencia cardíaca.
No obstante, quedó intrigado por mis dificultades para respirar y sospechó la posibilidad de un TEP.
Me sugirió ingresar en el hospital para realizar las pruebas oportunas y así lo hicimos.
El primer análisis de sangre ya era compatible con la presencia de un trombo en algún lugar de mi sistema circulatorio y un angioTAC reveló que, efectivamente, estaba alojado en la arteria pulmonar.
Es decir que realmente estaba sufriendo una embolia pulmonar.
El protocolo habitual en estos casos es el ingreso directo en UCI, sin embargo, el resto de mis constantes vitales descartaban esa necesidad, aunque volverme para casa tampoco parecía adecuado.
El tratamiento adecuado se limitaba a reposo  y chute de heparina para deshacer el trombo.
Sin embargo, mi verdadero problema era una caries que me provocaba un agudo dolor de muelas.
Es por eso que, con mi exageración habitual para expresarme yo digo que me he pasado una semana en el hospital por una caries.
La necesidad constante de analgésicos sugirió la asistencia del especialista maxilo-facial quien solucionó el problema mediante antibióticos.
Con eso se solucionaba el problema que verdaderamente me quitaba el sueño y convertía en una pijada la embolia pulmonar.
Se sumaba otro problema y es que Menchu y los comestibles tienen previsto irse a Japón el próximo 20 de junio.
Yo ya hace tiempo que asumí que este tipo de viajes me han quedado vedados después del accidente pero Menchu no se iría tranquila al otro lado del Mundo dejándome a mí en el hospital.
La buena noticia es que por fin parece descubrirse la causa del ictus::
Al igual que este mes se me produjo un trombo que fue a alojarse en mi arteria pulmonar, hace nueve años sucedió lo mismo pero el trombo subió un poco más y obstruyó una arteria cerebral.
Un simple electrocardiograma nos informa del estado de nuestro corazón
Fuente: Google


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