miércoles, 29 de diciembre de 2021

la quinta del 62

Como hoy es mi cumpleaños y cumplo 59, no puedo dejar de pensar que el año que está a punto de comenzar me tocará cumplir los sesenta. Y como yo, todas mis amistades de esa misma quinta. Supongo que es frecuente entre muchas personas que la vida nos lleve a tener la mayoría de amistades nacidas en el mismo año que nosotros. es por eso que este 2022 me tocará ver cómo la mayoría de mis amistades se convierten en sexagenarias. Desde que mi hermano Manuel cumplió los sesenta en 2018, comencé a acostumbrarme a esa honomástica. Cuando eres pequeño, y aún no tan pequeño, eso de sesenta años te parece infinito y lo asocias con la vejez. Al igual que las fiestas de Navidad, que comentaba el otro día, también las de cumpleaños las tenía mitificadas. Sin embargo, ambos mitos se derrumbaron para mí en diciembre de 2009 cuando las pasé todas hospitalizado. Hasta entonces me gustaba celebrar en casa una fiesta de cumpleaños invitando a todos los amigos y familiares. La última fue en 2000 pues poco después fallecería uno de los asiduos (Jorge Joan) y se nos acabaron las ganas de celebrarlas. Hace unos días comentaba sobre este hecho con amigos y familiares sobre lo triste que resulta hacerse viejo. La buena noticia,no obstante , es que mucho más triste que hacerse viejo es morir joven. Y de esos he conocido más que del 62. De 1962 era el conocido deportista Álvaro Bultó con quien coincidí en 3º de B.U.P. en el colegio aunque no en la misma clase - él en letras, yo en ciencias- ya que vino rebotado del San Ignacio puesto que, al parecer, no era muy buen estudiante. Descendiente de una saga de industriales catalanes famosos en el mundo del motociclismo por ser fundadores de las marcas bultaco y montesa. El abuelo fue asesinado por gatilleros del grupo de bandidaje "Terra Lliure", ahora reciclados en políticos separatistas y considerados por la Consellería de la Veritat como presos políticos represaliados por el malvado Estado. Álvaro pertenece al grupo de los fallecidos jóvenes ( a los 51) y es que su afición por los deportes de alto riesgo lo llevó a sufrir un accidente fatal practicando vuelo con wingsuit en donde se alcanzan velocidades de cientos de kilómetros por hora volando a escasos metros de verticales paredes de rocas de modo que cualquier despiste o error de cálculo resulta fatal. Alcanzó cierta popularidad social en su etapa de presentador de televisión en que mostraba a los espectadores lugares exóticos además de sus actividades de riesgo. También tuvo una etapa de fama en la prensa del corazón cuando se emparejó con la hija del Rey ahora Emérito la Infanta Cristina de Borbón. Finalmente, la Infanta Cristina se acabó decidiendo por otro deportista de menor riesgo si bien este último acabó teniendo comportamientos no ejemplares en cuestiones pecuniarias: El ciudadano Iñaki Urdangarín. A la pareja Cristina- Iñaki otorgó el Rey Juan Carlos I el título de Duques de Palma, nombre que Urdangarín parodió autodenominándose Duque empalmado. También pertenece a la quinta del 62 - y al mismo 29 de diciembre- quien fuera Presidente de la Generalitat y ahora fugitivo de la justicia el ciudadano Carles Puigdemont. Como afortunadamente la Astrología es una chorrada nada tenemos en común ese ciudadano y yo más allá de ser ambos catalanes. Se suma a ello mi educación cosmopolita - habiendo vivido en Colombia y Venezuela - frente a la suya, aldeana de un pueblito de la Tractoria profunda.
recorte de la foto de mi 30 cumpleaños el 29 de diciembre de 1992 en el piso en el que vivimos desde noviembre de 1990 a diciembre de 1999. Eran tiempos que sí apetecían las celebraciones de cumpleaños.

martes, 28 de diciembre de 2021

Las muñecas de Famosa

Cuando llegan las fiestas de Navidad, los medios de propaganda nos bombardean con publicidad de juguetes entre otras cosas. Uno de los anuncios históricos es el que titula esta entrada, ahora condenado al ostracismo por presuntamente,difundir valores políticamente incorrectos. Nuestro ministro de consumo ha excretado una vez más sus ideas de cómo habríamos de comportarnos los ciudadanos, de qué deberíamos comer, beber y hasta respirar. Su modelo de consumo parece ser el de las tribus indígenas de la Amazonia, donde los niños- que sobreviven a la infancia- son felices con dos palos y una piedra para golpear con ellos y la tecnología más avanzada que han visto es el bolígrafo bic. Nada tiene este Ministro ni nadie de su gobierno, e incluso de su partido que enseñarme a mí sobre lo que es la austeridad y el consumo responsable, pero deben existir muchos otros ciudadanos que quizá sí necesiten ser aleccionados al respecto. En otro orden de cosas creo que es innecesario remarcar la dificultad que entraña reaprender a caminar pasados los cincuenta años y con medio cuerpo paralizado. Cuando daba mis primeros pasos en Guttman lo hacía con una férula o bitutor que me inmovilizaba completamente la pierna izquierda. ¨Por este motivo, era frecuente que caminase arrastrando los pies y mi fisioterapeuta (Toni) me reprendía diciendo: "No me hagas las muñecas de Famosa", las cuales también caminan arrastrando los pies. Con el tiempo me han enseñado que la forma correcta de caminar es como lo hacen las modelos en las pasarelas basculando la cadera de un lado al otro (lo llaman la señorita) y siguiendo con ambos pies sobre una línea imaginaria poniendo siempre un pie por delante del otro. Si avanzas los pies alternativamente hasta una determinada posición, lo que obtienes es una cojera. Es por eso que a cada paso, el pie que se desplaza debe avanzar por delante del que se ha avanzado previamente. Mi fisioterapeuta de la piscina (Jacobo) me hace practicar diferentes tipos de pasos: Largo, alto, a la pata coja, corriendo. Pasos que no son posibles de practicar fuera del agua por falta de equilibrio. Al paso alto lo llamamos paso del ejército rojo que, aunque nunca lo vayas a realizar caminando por la calle, sí que sirve de ejercicio para practicar la fuerza y el equilibrio pues a cada paso, todo el peso y equilibrio del cuerpo recae sobre una única pierna. Jacobo también me hacía hacer el paso de las muñecas de famosa con aletas, algo que obliga a realizar mucha fuerza en cada pierna para vencer la resistencia del agua. Otro de los ejercicios de dificultad es caminar de lado o hacia atrás, más aún si el paso tiene que ser largo.
Caminar con una pierna inmovilizada fuerza a desplazarse arrastrando los pies Aquí estoy en el comedor de casa el 21-11-2011 Fuente: Yo mismo

viernes, 24 de diciembre de 2021

Jo si que soc collonut

(En catalán: Yo sí que soy cojonudo) Siempre fue un gilipollas. Ahora es un gilipollas ciego. (Perfume de mujer, Rugger Maccari, 1992)). Hemos celebrado recientemente el Dogma de la Inmaculada Concepción, según el cual, María de Nazaret, hija de Joaquín y Ana fue concebida sin pecado original al contrario que el resto de los mortales por haber sido designada desde el Principio de los Tiempos para ser la Madre carnal del Hijo de Dios. Supongo que teológicamente tiene gran importancia aun cuando ese hecho no afecta en nada nuestro comportamiento como creyentes. Como comenté hace tiempo, algunos teólogos aseguran que nacer sin pecado original es lo que le permitió transitar directamente de la vida mortal a la eterna sin pasar por el coñazo de la vejez. Si eso fuera cierto, quedaría explicada la trascendencia de la pifia cometida por Adán y Eva al desobedecer al Creador y comer del fruto del árbol prohibido, ya que ahí radicaría el cúmulo de marrones que nos toca tragar en la vida. Este dogma de Fe me ha hecho pensar en los ídem de la secta separata catalana. Tales dogmas son fundamentalmente dos: Som collonuts ( somos cojonudos ) y (ens volen aixafar ( nos quieren aplastar). Periódicamente me veo sorprendido por declaraciones de bufones orgánicos a sueldo del Régimen nazi-onal supremacista que se quejan de lo muy mal que los tratan los españoles y todas las maldades perpetradas contra ellos por los ciudadanos del Reino por el simple hecho de ser catalanes. Sin embargo, eso es algo que a mí no me sucede. Sí es cierto que, moviéndome por España , me he cruzado con más de un separador que ha comenzado a insultarme gratuitamente un instante después de decir que era de Barcelona. Sin embargo, eso ha sido la excepción. Lo que me he encontrado con más frecuencia es que me dijeran que yo no podía ser catalán porque no era suficientemente desagradable. Deduzco, por tanto, que sí debe existir el tópico de la antipatía de los catalanes, como el tópico de la tacañería o el ídem de los escoceses. Es esto lo que me hace pensar que el presunto maltrato que sufren los bufones mencionados más arriba tiene más que ver con su particular forma de ser y nada que ver con el hecho de ser catalanes. Me llama particular atención el ciudadano Antonio Álvarez, de profesión payaso y nombre artístico Toni Albà de quien dicen que es un gran imitador del Rey Emérito - ni lo refuto ni lo corroboro, pues nunca lo he visto actuar- El cual periódicamente excreta declaraciones sobre lo mucho que le hacen sufrir los españoles por ser catalán. ¿Seré yo un mal catalán a quien los españoles no quieren pisotear o es que realmente soy cojonudo?
En la película Perfume de mujer, Al Pacino interpreta a un coronel retirado del ejército de quien su propio sobrino dice que ya era gilipollas antes de quedarse ciego.

martes, 21 de diciembre de 2021

el cristal con que se mira

Dice la sabiduría popular que: En este Mundo traidor/verdad o mentira no es nada/ se ve según el color/del título de esta entrada. Cuando llega el día en que celebramos la Constitución de 1978, no puedo sino apuntarme a dicho homenaje por muchas y diferentes razones. La primera es mi situación personal. Si yo fuera joven y sin limitaciones físicas y psíquicas podría tener una perspectiva más rebelde respecto del sistema político- social en que vivimos. Sin embargo, el Mundo visto desde una silla de ruedas es muy diferente del que sería en ese hipotético caso. Ya comenté hace tiempo mi obligación de buscar soluciones imaginativas y prácticas para seguir adelante con mi vida. Soy consciente de que por mucho que me esfuerce no lograré retrasar la hora de mi partida ni siquiera un segundo pero tampoco quiero adelantarla ni que otros la adelanten por mí. Ignoro lo que dejaré en este Mundo cuando me vaya aunque bienes materiales, con certeza, ninguno. También con certeza, aun cuando haya alguna (des)honrosa excepción, rebeldía y/o chulería no resultan actitudes propias de una persona en silla de ruedas. Supongo que es inevitable que la debilidad nos haga prudentes. Suele decirse que la edad nos hace conservadores. Yo creo más bien que lo que nos hace la edad es más débiles. Me llama en particular la atención un conocido cantante catalán -fácilmente reconocible por lucir un gorrito de lana todos los días del año- quien de joven cantaba "Visca la revolució " y ahora, más maduro, prefiere sujetar la estaca a la que estem tots lligats. Cuando sufres limitaciones físicas es de natural tender al pragmatismo y tomar la postura que más te facilite la las actividades de la vida diaria (AVD's). He comentado en más de una ocasión mi forzada beligerancia contra la revolución del 3% también llamada prusés nazi-onal supremacista. En la empresa en la que trabajé quince años como ingeniero de sistemas (Bull, España), S. A., había una frase lapidaria que decía: Existen dos formas de hacer las cosas: Bien y como_siempre. Cuando la vida te da un vuelco por razones ajenas a tu persona, el como_siempre deja de tener sentido y te ves obligado a buscar de nuevo el cómo hacer las cosas bien. Se trata de un bien relativo a tu nueva situación que puede no tener nada que ver con lo que era en tu situación anterior. Pero la cosa no termina ahí. Además del nuevo cristal con el que te toca mirar el Mundo, también existe el cristal con el que el Mundo te mira a ti. Llegamos así a que mientras quienes me ven sólo de vez en cuando, me ven cada día más delgado, ágil y espabilado. En cambio, quienes se ven obligados a soportar mis continuas impertinencias y limitaciones, me ven cada día más gordo, patoso y atontado. Personalmente, como me veo en todo momento, sólo puedo compararme con cómo estaba al principio de comenzar la rehabilitación. Y lo cierto es que me veo mucho mejor. Más delgado seguro que no pero sí mucho más ágil y, aunque continúa faltándome equilibrio como por ejemplo para subir/bajar escaleras, lo de caminar parece que sí lo voy superando. La movilidad de la extremidad superior izquierda (ESI) sigue siendo ciencia ficción aunque por fin he conocido afectados de hemiplejia izquierda que sí llegan a moverla.
A través de diferentes cristales, vemos el Mundo de diferentes colores Y no soy el único que lo piensa

lunes, 6 de diciembre de 2021

Impacto del daño cerebral en las celebraciones navideñas

El título de esta entrada es el que le propuse a una psicoterapeuta de trace para su tesis doctoral en neurociencias. Aunque supongo que no, no me consta que haya llegado a proponérselo a su director de tesis. El único defecto de este tema es la necesidad de realizar un trabajo estadístico probablemente fuera del alcance de un graduado en psicología. Eso `podría solucionarse si se encargara a un doctorando en Matemáticas la realización de ese apartado del trabajo. Nada habría de extraordinario en esa colaboración interdisciplinaria pues es frecuente en muchos casos que ejercicios ajenos a la competencia central de un trabajo sean realizados por personas que sí son especialistas en tales disciplinas. Por ejemplo, la aplicación informática más utilizada como herramienta de entrenamiento neuronal en los centros de neurorrehabilitación es la tesis doctoral de la psicoterapeuta principal de la UEN (Almudena G.). como neuropsicóloga que es, Almudena no programó ni una línea de código sino que esa parte fue encargada a expertos en programación de aplicaciones web. Lo mismo podría hacerse si una neuropsico(NPS) de trace decidiese realizar un estudio de investigación conforme al título de esta entrada. Suele decirse - y estoy totalmente de acuerdo - que las fiestas de Navidad representan en cierto modo un retorno a nuestra infancia, cada vez más lejana. Es pòr eso, que a medida que nos hacemos mayores, la Navidad la vamos viendo más distante llegando, incluso, a ser fuente de nostalgia por una infancia que se fue y nunca volverá. En muchos casos, hay personas que recuperan la Navidad a través de sus hijos pequeños, reviviendo las fiestas que tiempo atrás celebraban con sus padres. Cuando los hijos crecen, pasan a revivirlas con los nietos, y así hasta que ya no pueden celebrarlas más. Personalmente, yo era de los que gustaba de celebrar al máximo las fiestas de Navidad y me gustaba organizar en casa opíparas cenas en las que atiborrarnos de comida. Sacar en nochebuena la espectacular vajilla y cristalería que nos regalaron en nuestra lista de bodas y que representan la única ocasión del año en que utilizarlas. Aunque no conservo recuerdos directos de ello (aunque sí fotos), cuando vivíamos en Venezuela mi madre cocinaba lo que llamaban el pernil que era una pierna de cerdo que en lugar de curarla en sal para hacer un jamón, se cocía al horno adecuadamente condimentada quedando una jugosa porción de carne decerdo. Calculo que en la actual Venezuela chavista debe de ser misión imposible encontrar una pierna de cerdo entera para cocinar al horno.Las únicas referencias navideñas que puedan ser posible encontrar en el país caribeño deben ser las velas para iluminar las viviendas, ya que la electricidad también se ha convertido en un recurso escaso en el país. Aunque yo no lo recuerde, me consta que otra costumbre que tenía mi padre era la de regar la cena de Nochebuena con vino tinto Marqués de Riscal. (Rioja Alavesa). Supongo que en la actualidad eso debe ser también misión imposible. Curiosamente, fue ese mismo vino el que sirvieron en nuestro banquete de bodas, reserva de 1985. Nada extraordinario, pues nos casamos en 1990. Recientemente, busqué botellas de ese mismo vino pero lo que en 1990 era reserva de 1985 ahora ha pasado a ser gran reserva con lo que el precio queda fuera de la economía de un pensionista. Al pesar varios kilos, el pernil se convertía en un plato principal para varios comensales. Ya en España, mi madre siguió con esa costumbre y aún disfrutamos muchos años de la deliciosa carne de cerdo, eso sí, acompañada de compota o puré de manzana y patatas. Por otro lado, con el tiempo, me aficioné personalmente a preparar langostinos al horno que se cocían en aceite y wisky con apenas sal, ajo y perejil. Debido a que la empresa en que trabajaba, (Bull) nos obsequiaba cada Navidad con un generoso lote de productos navideños, utilizaba la preceptiva botella de wisky para volcarla completa en la bandeja del horno en la que colocaba los langostinos. Los vapores etílicos del wisky inundaban toda la casa creando lo que llamábamos olor de Navidad. Al comenzar mi convivencia con Menchu juntábamos en nuestra casa las dos familias (Menchu y mía) hasta casi una veitena de personas empalmando varias mesas para sentarlos a todos en el comedor. Disponemos para eventos de este tipo de unas cuantas sillas plegables de las que llaman de director de cine que permanecen el resto del año en el trastero que disponemos en el terrado, lugar en el que se guardan también otros objetos de uso infrecuente como el material de esquí y algún accesorio del coche. Otro objeto que permanece todo el año en el trastero es el árbol de Navidad que se me encaprichó al nacer Carolina y representa un suntuoso elemento decorativo ya que alcanza lo 2,40 metros de altura. Al tratarse de un piso de los que se construían antes con techos altos, el árbol cabe perfefctamente. Otra de las costumbres era la tradicional queimada, ya que mi madre era gallega y gustaba de comprar productos de su tierra en alguna de las tiendas especializadas que hay en Barcelona. Para la queimada tenemos una cazuela de barro que va acompañada de tazas también de barro así como de un cucharón para favorecer que se quemara el máximo de alcohol. El ejecutor de la queimada era mi hermano Ignacio y, aunque él conserva el artilugio en su casa y a veces la prepara allí, para las fiestas navideñas ha dejado de ser un evento imprescindible como era. A título de curiosidad, mientras hacía arder el orujo recitaba el correspondiente conxuro para espantar a as meigas que aunque uno no crea en ellas, haberlas, haylas. Siendo Santi pequeño, cuando veía el caldero de la queimada, decía: Con esto mi padrino hace fuego. No creo descubrir la rueda si afirmo que cuando sufres un daño cerebral (dca) que te mantiene largos meses fuera de órbita, las personas que te quieren sufren más que el interesado, quien no se entera de nada de lo que está sucediendo. En mi caso, me consta que quienes más afectados se vieron por mi accidente fueron mi madre y mi suegro. Mi madre ya no llegó a recuperarse nunca y falleció pocos meses después de mi alta hospitalaria . Mi suegro ya no ha vuelto a ser el mismo hasta el punto que ha tenido que ser internado en una residencia socio-sanitaria. Los nenes también sufrieron mucho y me temo que en algún momento del futuro de sus aún cortas vidas resurgirá el trauma sufrido en su infancia en el que cada día, después de visitarme en el hospital regresaban a casa con la duda de si esa sería la última vez que me verían. Se suman a todo ello mis limitaciones físicas que me impiden tomar parte en el montaje del árbol y adornos navideños, así como la antaño gran mesa de nochebuena. Por todo lo arriba escrito es por lo que las celebraciones que antes tanta ilusión me hacían se limitan ahora a unas cuantas comidas y poco más. Como no quiero parecer victimista: "Pobrecito, por culpa del ictus no puede celebrar la Navidad tal y como le gustaba hacerlo", mencionaré el sermón que ha explicado hoy el párroco con motivo del adviento. Y es que resulta que el hombre lleva 38 añós de misiones en Congo y allí es donde celebra la Navidad. Eso sí que son celebraciones austeras. La gente de allí no se preocupa por trivialidades como las que he expuesto yo aquí. Allí celebran seguir vivos un año más. El árbol de Navidad y las luces de adorno son utopías inalcanzables y ya no digamos una pierna de cerdo entera para cocer al horno o una bandeja de langostinos cocidos en wisky con aceite de oliva, ajo y perejil. Quien sufre allí un dca ya no llega a la Navidad para celebrarla.
Nótese el tamaño deñ árbol en los instantes que se ilumina. Este video corresponde a la Nochebuena de 2008. Lejos estaba yo de imaginar en ese momento que seis meses después (junio de 2009) sufrría el accidente que me dejó fuera de órbita y, por tanto, este video sería el último que grabaría de una nochebuena de estas dimensiones.

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