sábado, 19 de septiembre de 2020

por que lo llaman bolivariano cuando quieren decir chavista?


Permítaseme parafrasear el título de esta entrada con el ídem de la película Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

Cuando el fracasado  golpista Hugo Chávez Frías decidió devolver a su país al estado en que se encontraba el territorio que ocupa antes de la llegada de los europeos no tuvo presente que sus conciudadanos se habían acostumbrado a una serie de comodidades que no existían en el siglo XV tales como la electricidad, el agua corriente, el papel higiénico, el gas para hacer fuego y una larga serie de medicamentos inventados desde entonces.

Como no podía rebautizar su país como República Precolombina de Venezuela y República Chavista de Venezuela no parecía procedente, decidió copiar a los nicaragüenses ( que habían echado mano de César Augusto Sandino) y echar mano  de la figura del artífice de la independencia de Venezuela: Simón Bolívar.

Ni siquiera Fidel Castro se había atrvido a rebautizar Cuba como República Castrista de Cuba ni tampoco apelar al padre de la independencia José Martí.

Castro se definió como Marxista-Leninista  echándose entonces en los brazos de la URSS lo que le llevó a tener que pagar un peaje como en su día fue la instalación en suelo cubano de misiles balísticos nucleares. Algo que dio lugar a la denominada crisis de los misiles en la que el Presidente JFK de USA supo mover mejor sus fichas que Kruschev quien acabó  desmontando los misiles y devolviéndolos a casa. Si no lo hubiera hecho, yo no habría nacido y probablemente el lector tampoco.

Medio siglo después, cubanos y yanquis siguen a la greña en el mismo punto en que se quedaron en  aquel momento. La URSS ya no existe y en su lugar ha quedado una miríada de países con regímenes que no gustan ni a quienes los han puesto.

Como comentaba el otro día, tras décadas de gobiernos corruptos,  en 1999 el pueblo venezolano cayó en la tentación del populismo que promete siempre soluciones sencillas a problemas imposibles.

Tres décadas después, enVenezuela, aparte de alguna estatua, de Bolívar no queda ni la moneda, de quien recibía el nombre.

Ciertamente forzada por la caída del precio del petróleo y el bloqueo yanqui, la economía venezolana ha devuelto al país a como estaba su territorio antes de la llegada de Colón.

Al grito de tonto el último, todos los venezolanos que han podido se han largado del país dejando allí todo lo que tenían.

Los familiares y amigos que yo tenía allí ya se fueron hace tiempo.

Como el océano Atlántico es demasiado grande para cruzarlo en patera y ninguna compañía aérea quiere volar allí, la salida tiene que efectuarse por tierra, cosa sencilla por tener frontera terrestre con varios países.

Parece ser que incluso las comunidades indígenas que viven en el paleolítico superior en sociedades cazadoras-recolectoras también se están marchando pues hasta ellos notan el desastre económico provocado por el chavismo.

No sé si los monos y las serpientes de la selva también se han marchado pero a este paso tampoco tardarán.

El desabastecimiento y el hundimiento de la moneda han llegado a tal nivel que el único papel higiénico disponible son los billetes de cien mil milloners de bolívares.

Em la vecina Colombia pueden encontrar algunos insumos y, si tienen alguien en el extranjero que les envíe divisas pueden pagar en dólares o en pesos colombianos.

El heredero de Chávez Frías, Nicolás Maduro Guerra, sigue con la misma política de no producir nada y fabricar bolívares que no sirven para nada.

Si yo fuera profesor de Economía ,propondría a algún alumno mío el desarrollo de una Tesis Doctoral sobre el valor del dinero tomando como ejemplo el caso venezolano  y por qué el dinero no tiene ningún valor si no está basado en la riqueza real de un país.

Si la riqueza es cero, el valor de la moneda también lo es.

Creo que el futuro de Venezuela será como sigue: Hacia 2030 el único venezolano que quedará en el país será Maduro Guerra.

En ese momento, quien le de la gana ( el primero que pase por ahí) podrá quedarse con el país completo.

Tal vez sean lospropios asesores militares cubanos o rusos que parece ser que ya están allí o tal vez los narcoterroristas de las FARC o el ELN allí refugiados a quienes Maduro Guerra da cobijo.

Si yo estuviera en condiciones físicas adecuadas sería yo mismo quien me apropiaría de Venezuela.

En particular, me interesa el Observatorio Astronómico de Llano del Hato en la Sierra Nevada de Mérida. En su día uno de los observatorios astronómicos más modernos del Mundo y ahora un montón de chatarra que nadie utiliza porque quienes podrían hacerlo ya han abandonado el país.

En cualquier caso, los millones de venezolanos dispersos por el Mundo se habrán quedado sin Patria a la que regresar.

Lo único que me tranquiliza viendo los partidos políticos chavistas que hay en España es que nuestra moneda, el Euro, se basa en la economía europea y no en la española.

Cataluña - que es donde yo vivo- ya decidió suicidarse hace unos años pero mientras sigamos en España, seguiremos en Europa y, aunque toda España decida suicidarse, no parece posible que toda Europa decida hacerlo también.





Nada tiene que ver Simón Bolívar con el actual desastre venezolano

domingo, 6 de septiembre de 2020

Zona Hostil

Aun cuando probablemente  se trate  del primer ministro más aborrecible -y más aborrecido - de la Democracia, Aznar López tomó algunas decisiones acertadas.

Una de ellas fue la profesionalización del ejército y consecuente supresión del servicio militar obligatorio. 

Aunque el coste resulte lógicamente muy superior, tiene al menos la ventaja de ser útil.

Un ejército de reclutas puede ser barato pero no sirve para nada de modo que la relación coste/efectividad se vuelve infinito.

El ejército profesional, además, elimina la objeción de conciencia y permite a las Fuerzas Armadas Españolas tomar parte en toda clase de conflictos, incluyendo las guerras reales en las que el riesgo físico para los soldados es elevado.

En otro orden de cosas aprovecho para comentar que en el primer curso de mi licenciatura de Física (1981-82), el profesor de Cálculo nos enseñó que la manera de aprender a hacer problemas era, simplemente, haciéndolos.

Muchos años más tarde, yo habría de enseñar eso mismo a mis alumnos de Ingeniería de Telecomunicaciones y de Aeronáutica.

Décadas después, mi médico rehabilitadora (la Doctora Bascuñana) me enseñó lo equivalente respecto a caminar: La mejor manera de aprender a caminar es caminando y, cuanto más hostil sea el terreno en el que lo practique, mayor será el aprendizaje.

Viviendo en una ciudad como Barcelona (España), no hace falta irse de vacaciones a Afganistán para acceder a una zona hostil pues las calles de la ciudad ya son lo suficientemente complicadas. Entre obras, vallas y vehículos de dos ruedas, el espacio público barelonés ya resulta una zona lo suficientemente hostil como para aprender a caminar.

Como hijo del baby boom que soy, para los de mi quinta, el destino más frecuente para realizar la "mili" era  excedente de cupo.

Sin embargo, no fue ése mi caso.

Aunque supongo que se debe al hecho de haber nacido en Colombia Por razones que no he llegado a conocer de forma precisa, el Ministerio de Defensa se olvidó de mi existencia y nunca me llamaron a filas.

Intrigado por el hecho, pregunté a alguna persona por mi situación y me contaron  el caso de un chico que le pasó lo mismo y se presentó en la comandancia militar a preguntar.

Allí mismo le dijeron: Toma este petate y este billete de tren y preséntate mañana a las 8h en la Comandancia Militar de Cartagena.

En el colegio me habían enseñado que el que pregunta, barre. Sumado al caso del de Cartagena, decidí mantener la boca cerrada.

La primera vez que expliqué públicamente mi situación, mis interlocutores me llamaron de todo por haber mantenido tanto tiempo el secreto.

Lo cierto es que sí existen malas personas - he conocido alguno- dispuestos a hacer daño a los demás por el simple placer de saber que alguien se está fastidiando por su culpa, aunque no saque ningún beneficio de ello.

Todos quienes han hecho la mili tienen multitud de anécdotas al respecto.

Obviamente, ése no es mi caso.

No obstante, aprovecho la ocasión para comentar el caso de un compañero de trace que le tocó la mili en Marina, embarcado en una fragata de la Armada Española.

Aunque el ejército aún no era profesional, sí le tocó tomar parte en un conflicto real: En la guerra de Bosnia, en la que España envió navíos para asegurar el bloqueo decretado por la ONU.

De hecho, la Armada española ya era semiprofesional desde hacía años debido a la sofisticación de los equipos que manejan en los buques de guerra. Uno de los recuerdos de mi infancia es la campaña de propaganda (

Muchacho , la Marina te llama) para animar a los jóvenes a alistarse en la Armada y, de ese modo aprender un oficio de alta tecnología .


De hecho,  en mi trabajo como ingeniero de Sistemas tuve como compañeros a técnicos de mantenimiento que se habían formado por esa vía que los llevó, además de a conocer Mundo, a aprender la  electrónica necesaria para reparar equipos informáticos.

Barbero de profesión, Jaime P. pudo ejercer su oficio en el barco y recibió instrucción para ejercer como asistente sanitario, como a la antigua usanza, en que el barbero era también el cirujano.

Fue así como llegó a entrar en contacto con los cuerpos de élite del ejército USA y explica que tanto los Navy Seals como los Delta Force, son realmente tan fieros como los pintan.

En trace tengo un compañero que tiene unv hijo profesional de las tropas de montaña con base en Jaca, en el Pirineo de Huesca.

También la hermana de otro compañero - vecina mía- tiene una hija oficial de caballería en la Academia Militar de Zaragoza.

Siempre que me cruzo con ella le pregunto por el destino de su hija, si está en Mali o Afganistán.

Y precisamente en Afganistán es en donde está ambientada la película titulada como esta entrada.

Poco dado  a relatar hazañas bélicas del ejército español, seguramente por la práctica inexistencia de tales historias , Zona Hostil nos relata un heho real protagonizado por las tropas españolas en aquel país asiático , colonizado por los británicos y luego abandonado a su suerte al abandonar el subcontinente indio, Afganistán fue invadido por los soviéticos en 1989 y luego también abandonados a la ley del más fuerte entre las tribus históricamente enemistadas entre sí que componen el país.

Tras el abandono soviético, el vacío de poder fue ocupado por  la tribu más feroz y dominado ideológicamente por los talibanes, extremistas islámicos cuya radical interpretación de El Corán devolvió al país a la Edad Media.

De este modo, el territorio afgano se convirtió en un Mundo sin ley que sirvió de campo de entrenamiento a toda clase de bandas criminales.

Aunque periódicamente bombardeado por la Fuerza Aérea USA, los bandidos allí instalados llegaron a preparar atentados terroristas entre los que se encuentra (presuntamente) el mayor de la Historia: El atentado contra el WTC de Nueva York  y el Pentágono en Washintong el 11 de septiembre de 2001.

Llegados a ese punto, el gobierno USA se dio cuenta de que eso de ir bombardeando el desierto afgano de vez en cuando no servía para nada y decidieron terminar el trabajo que los soviéticos habían dejado a medias.

Así, en octubre de 2001, con ayuda de grupos locales ya enfrentados con quienes supuestamente gobernaban, el ejército USA tomó control completo de lo que era un Estado fallido.

a pesar de intentar crear una estructura democrática que permitiera al pueblo afgano gobernarse sólo, la presencia permanente de tropas extranjeras se hizo imperativa.

Como años después, los USA se lanzaron a hacer lo mismo en Irak, las tropas de estabilización de Afganistán tuvieron que constituirse a base de la participación de varios países, entr ellos España.

Con un ejército profesional, España ya podía enviar tropas sin que las familias españolas se levantaran  en armas contra el gobierno.

Y es en ese contexto de la participación española en el país centroasiático en el que tiene lugar la película.

Un convoy occidental se vio alterado al pisar una mina uno de los vehículos que lo componían.

Un helicóptero medicalizado del ejército español acude al lugar a socorrer a los soldados heridos y, al tomar tierra, se accidenta el helicóptero no pudiendo completar la misión.

Se decide entonces que el siguiente equipo de rescate, no sólo se traiga a los soldados heridos, sino que también se traiga el helicóptero accidentado para repararlo y que pueda continuar efectuando misiones de salvamento.

Ariadna Gil y Roberto Álamo protagonizaron esta película de las pocas españolas de hazañas bélicas


No hace falta salir de las aceras de Barcelona para encontrarte en una zona hostil

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