viernes, 27 de diciembre de 2024
Gracias Peny
A lo largo de estas páginas he hecho unas cuantas referencias a Peny .La perrita de la casa que vino por el deseo de los nenes para alegrarnos la vida a todos. Menchu es alérgica al pelo de todos los animales pero con Peny no tuvo ningún problema. Yo nunca había tenido perro en casa y con Peny les acabé cogiendo cariño a todos sus congéneres. Desde el principio quedamos que yo no me encargaría de ella para nada y así fue. Sólo Menchu y los nenes se ocuparon de la perrita mientras yo miraba. Peny l legó a casa allá por agosto de 2012 y rápidamente se integró como parte de la familia.
Primero la llevamos a agility para que aprendiera a comportarse entre los humanos
En verano de 2014 la juntamos con le perro de un vecino de Cambrils para que criara al menos una vez.. En octubre de 2014 dio a luz a seis bebés que teníamos colocados entre los amigos de los comestibles. La única hembra, l- Noah-a enviamos con el padre, pues así habíamos quedado con los amos.
Durante varios meses, Peny amamantó a sus bebés que iba distribuyendo por toda la casa. Pasado el tiempo de lactancia, Peny se desentendió de sus hijos y aprovechamos para colocarlos. Sin embargo, pronto descubrimos que Peny llevaba muy mal el celo, y cada vez que le venía, sufría embarazos psicológicos que le hacían subir la leche y la trastornaban psicológicamente. Para que dejara de sufrir por este motivo y siguiendo las indicaciones del veterinario, decidimos esterelizarla. Ya había criado una vez y no volvería a hacerlo pero al menos no sufriría el celo.
EL pasado miércoles 10 de julio me tocó chute de toxina botulínica que parecía ser la causa de mis constantes caídas a las que no s encontraba causa cerebral. De entrada, el DR. Ramírez – la Bascu está de baja- nos abroncó por el largo tiempo transcurrido desde el último chute de toxina. Esto resulta coherente con mis caídas y, de hecho, no he vuelto a perder el equilibrio desde ese chute de toxina.
La pierna izquierda se había quedado como está desde la tendotomía en agosto de 2016.
Yo creo que la intervención efectuada entonces, ya se ha recuperado por lo que sus efectos ya no se notan y eso es lo que provoca mis caídas: Mi pierna izquierda ya no tiene la estabilidad que tenía y vuelvo a hacer pie equino,, yéndome al suelo con facilidad. Aunque tenga fuerza en la pierna, no hago los movimientos adecuados para evitar la pérdida de equilibrio,
Ya antes de irme añ médico me avisaron que a mi regreso Peny ya no estaría, así que me despedí de ella. Carolina me la acercó para que pudiese tocarla y así hice. Pude darle besitos y acariciarla para despedirme definitivamente de ella. Y así fue. Miientras yo estaba en el médico, vino el veterinario a casa quien la vio en las últimas afirmando que ya no podía seguir así y que lo mejor para ella era sacrificarla para que dejara de sufrir. En caso contrario, nos arriesgábamos a qur cualquier día le diese un patatús y nos encontráramos con la desagradable sorpresa.
Pueden verse aquí los bebés de Peny cuando aún eran pequeños
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