El Estudiante de Salamanca

Aunque no he leído esta novela de Espronceda, otras obras de este autor sí me han acompañado a lo largo de mi proceso de rehabilitación.

En particular su poema “La canción del pirata” de la que no he olvidado las estrofas que ya conocía y con frecuencia competíamos con sanitarios y terapeutas a ver quién recordaba más.
También a veces, Santi me pide: Papá, me cantas la canción del pirata?
Y como no me la se toda completamente de memoria, la busco y se la leo en voz alta.

Pero no vengo ahora a hablar de Espronceda y su obra sino de los estudiantes con quienes he trabajado mientras realizaban sus prácticas de la carrera de fisioterapia.

No recuerdo haber trabajado con estudiantes en prácticas en Guttmann, lo cual no me extraña porque es un centro en el que los estudiantes deben pagar una cuota añadida para realizar allí las prácticas.

En cambio, en la uen del Centro Collserola, sí vienen muchos estudiantes de universidades próximas a Barcelona y no tan próximas. Allí muchos descubren lo que es la neurorehabilitación por contraste con la rehabilitación de lesiones y traumatismos en general.

También a trace vienen muchas estudiantes de Psicología a realizar prácticas de Psicología terapéutica, circunstancia que aprovechamos – especialmente Nacho y yo – para coquetear con ellas. Cito en particular a Gisela, Estefanía Gemma y Alexandra. También vienen estudiantes de educación social, como últimamente Julieta (a quien yo llamo Juliet por ser la abreviatura de la letra “J” en código radio.

Cuando finalmente terminan sus prácticas y se despiden, acostumbro a preguntarles si se han asustado de trabajar con descerebrados como nosotros

De los sanitarios que me atendieron en el clínico no estoy seguro pero creo que la doctora Carla F. era residente (MIR). Es decir, que aún no había completado su especialidad de neurocirujía. Entre nosotros la llamábamos Carla Bruni por tener en común con la ex primera Dama de Francia su espectacular belleza.

Tengo la sensación de que, en general, los pacientes son reacios a ser atendidos por estudiantes. Las MIR (sobre todo las chicas) están acostumbradas a oír comentarios del tipo: “ Nena, cuándo viene el doctor?” Desde luego, no es ése mi caso.

Además de la lógica belleza de la juventud, las estudiantes aportan la ilusión de quien aún no está quemado por la vida y las ganas de aplicar lo que le han enseñado.

De hecho, la primera vez que caminé en la uen sin ayuda, fue con Izaskun A. de quien ya hablé en otra ocasión (de apellido impronunciable), de San Sebastián, (como su nombre indica).

Me hizo tanta ilusión caminar, que hasta le di un beso (en la frente, como se los doy a Carolina).

Además, a veces me utilizan como sujeto de experimento para algún trabajo de final de carrera con lo que puedo realizar horas extra de fisioterapia sin ningún coste.

Se da el caso también de que algunos estudiantes han causado tan buena impresión que posteriormente ha sido contratado en la uen al acabar sus estudios. Tal fue el caso de Montse quien recordaba haber trabajado conmigo de estudiante aunque yo no lo recordaba.

¿Y por qué el estudiante de Salamanca?

No sólo por citar a Espronceda.  También porque últimamente han venido varios estudiantes de esa universidad.

Me parece significativo que en un lugar tan distante y de tanto prestigio como la Universidad de Salamanca ofrezcan como posible lugar de prácticas la uen, en Barcelona, pues además de la marca Barcelona (que creo se cotiza al alza) es indicativo de la merecida buena prensa que tiene este centro de neurorrehabilitación.

Recientemente, en la uen han fichado a Ruth (a quien conocí en Guttmann  como fisioterapeuta) para músicoterapia. Le confesé  el buen recuerdo que guardaba de ella por su positivismo frente al resto de terapeutas que todo les parecía mal y se justificó diciendo que entonces estaba en prácticas y un estudiante suele tomar esa actitud cuando tiene delante a un paciente(http://ictus2009.blogspot.com.es/2015/02/5-meses-en-guttmann.html)

También han venido muchos estudiantes franceses adscritos a la Universidad de Vic. En este caso parece ser que es debido a que los directores de la uen son profesores de esta universidad. Tal fue el caso de Marie, con quien aprovechábamos para practicar nuestro francés.
Recientemente, he tenido ocasión de trabajar con Georgina (Gina) y Helena.
En hidroterapia con Irene. Otro de los aspectos de los estudiantes es el miedo con el que te movilizan las extremidades pues temen hacerte daño y más en mi caso, que voy poniendo cara de dolor insoportable. En eso, los veteranos no van con tantos miramientos pues ya se han acostumbrado a los lamentos del paciente

En los jóvenes, la falta de experiencia queda compensada por la ilusión