lunes, 28 de marzo de 2022

La tercera guerra mundial

Comentaba el otro día cómo parece que Vladimir Putin de Rusia ha decidido emular a Adolf Hitler de Alemania ochenta años atrás, con lo que la posibilidad de una guerra nuclear total, y con ella el Fin del Mundo, parece más verosímil que nunca. Es por eso que me parece oportuno traer a colación la película titulada El día después, Realizada por Nicholas Meyer en 1986, tres años antes de la caída del muro de Berlín, aún se respiraba el pesimismo de la guerra fría y la posibilidad de que los inútiles al mando del Mundo decidieran pulsar el botón de "autodestruir planeta". En la película, plantean una demencial situación en la frontera entre las dos Alemanias en la que por un quítame allá estas pajas, soldados soviéticos y de la OTAN deciden matarse todos contra todos poniendo en marcha la denominada Mutua Destrucción Asegurada (MDA). Habitantes del Estado de Missouri se creen seguros por hallarse lejos de bases militares por lo que piensan que ellos no son objetivos legítimos para el enemigo. Sin embargo, sí albergan varias bases de missiles estratégicos que serán objetivos prioritarios a destruir por los soviéticos para evitar que sean lanzados contra ellos. También habitantes de grandes ciudades españolas podemos llegar a pensar que no deberíamos ser objetivo legítimo de los rusos por no albergar bases militares. Sin embargo, lo que sí albergamos son industrias capaces de fabricar material bélico para nuestro bando por lo que sin duda seríamos borrados del mapa en caso de guerra nuclear total. Queda , además, el factor demográfico. Varios millones de personas podríamos pasar a integrarnos rtápidamente en un ejército. Es muy probable que ya hayan misiles nucleares apuntando a Madrid o Barcelona en Rusia, aunque sólo sea una reliquia de la guerra fría en que ambas ciudades aún pintaban algo. Otro aspecto a tener en cuenta es que, aparte del dolor, una muerte por destrucción nuclear debe ser similar a otra por ictus: Notas que algo pasa y ya no recuerdas nada más hasta que te lo explican. En este caso, nos despertaremos y, cuando recuperemos el habla, alguien nos preguntará: - Qué recuerdas? - Estábamos todos en casa cuando Peny comenzó a ladrar sin motivo aparente en dirección al mar. Luego sentimos un ruido y calor infernales y la casa comenzó a caérsenos encima. Lo siguiente que recuerdo ya es aquí. - Doctor, que hospitales además de éste han quedado en pie en Barcelona? - Eso no tiene que preocuparte ahora. Acabas de describir un ataque con misiles balísticos desde un submarino nuclear frente a Barcelona. Se dispara el misíl. Éste acelera hasta romper la barrera del sonido produciendo una detonación que llega a Barcelona antes que el misil. Eso es lo que asustó a Peny. Luego se produce la caída y explosión de la cabeza nuclear que acaba con todo. - No hay hospitales en Barcelona. De hecho, ni siquiera esto es un hospital. Y no me llames Doctor. Yo soy San Pedro.
Una imagen como esta será lo último que veamos antes de reunirnos con el Creador si nadie consigue tranquilizar al ciudadano Putin

domingo, 13 de marzo de 2022

Los girasoles

Entre los muchos aforismos que se atribuyen al catalán Albert Unapedra (en alemán Einstein) hay uno específicamente referido a las guerras mundiales. Dice así: No sé cómo será la tercera guerra mundial pero la cuarta se hará con piedras y palos. Se refería con eso que, dado el desarrollo tecnológico alcanzado por las armas al final de la segunda Guerra Mundial, después de una hipotética tercera guerra global ya no quedaría civilización para emprender la siguiente. Seguidor asiduo de los medios de comunicación desde que me veo obligado a permanecer en casa, leo o escucho cada vez con más frecuencia la posible proximidad de una tercera guerra mundial. Ahora que Vladimir Putin de Rusia ha decidido emular a Adolf Hitler de Alemania ochenta años atrás, la posibilidad de una guerra nuclear total, y con ella el Fin del Mundo, parece más verosímil que nunca. La última fecha para el fin del Mundo fue el 21 vde diciembre de 2012 porque era cuando acababa el calendario maya. Siguiendfo el mismo razonamiento podemos concluir que el próximo fin del Mundo debería ser el 31 de diciembre de 2100, que es cuando acaba Windows XP. Parece que Putin no tiene ganas de esperar hasta final de siglo para que todo se acabe de una vez. Es lógico.Si todo va como está previsto, hacia 2050 Elon Musk colonizará Marte y en 2100 a nadie importará lo que suceda en La Tierra. Lo que no pudo decir Unapedra es que la guerra total final sería como un ictus, al menos en lo que a sus fases se refiere: Primero unos días de indicios poco claros de que algo grave está a punto de suceder, en segundo lugar, la catástrofe propiamente dicha, y finalmente, quienes sobrevivieran habrían de dedicar el resto de su existencia a devolver al planeta a la misma situación en la que se encontraba justo antes del desastre. Nunca mejor, ya que, al igual que la rehabilitación, eso es imposible. Todos sabemos que tal desastre sería la última catástrofe que sufrríamos porque después de tal evento, el Mundo dejaría de existir, al menos, tal y como lo conocemos. Con el título orioginal de "Il Girasoli" , en Latinoamérica" Los Girasoles de Rusia" y en España como esta entrada, Vitorio de Sica realizó en 1970 un largometraje que nos presenta una pareja de recién casados en la que él - Antonio (M.Mastroiani) es llamado a filas para ir a morir en el frente ruso, tal y como les tocó a muchos italianos y nacionales de otros países que apoyaron a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque intenta escaquearse de la llamada a filas, finalmente Antonio es enviado a las estepas del Asia Central. Habiendo pasado juntos apenas un par de semanas, la pareja no ha tenido tiempo de tener descendencia y su relación no llega a ser especialmente profunda. Ya en el frente, Antonio es herido y queda abandonado a su suerte en medio del hielo ucraniano sufriendo una especie de hibernación natural que lo mantiene vivo hasta que es rescatado por una campesina ucraniana - Mascia (Ludmila Saleyeva)- que se apiada de él. No sé si ese tipo de hibernación natural es posible pero la ficción también lo utiliza para el Capitán América, quien cae en los hielos del Ártico y permanece hibernado de forma natural durante 70 años. El precio, de la hibernación de Antonio, no obstante, es una amnesia total que hace a Antonio olvidarse de toda su vida anterior a la guerra.Algo que no le sucede al Capitán América. En esas condiciones inicia una nueva vida con Mascia. Terminada la guerra, Giovanna está convencida de que Antonio sigue vivo y se propone recorrer toda Rusia a pie con su foto en mano con la esperanza de encontrarlo. Finalmente, unas matrioskas rusas la dirigen a una casa en la que saben que vive un italiano. Allí se encuentra con Mascia, Antonio y la hija de ambos. Anntonio la reconoce al verla pero sigue sin recordar nada de su vida anterior. Ella comprende que su matrimonio con antonio ha terminado y regresa a Italia. Allí se empareja con otro italiano con el que tiene un hijo. Antonio no recuerda ni a su madre aunque finalmente decide regresar a Italia con Giovanna. En su triste reencuentro, Antonio comprende que debe volver con su hija ucraniana y que ya nada lo une a Giovanna. Y así termina el drama, despidiéndose Antonio y Giovanna por última vez. Sorprende la amnesia de Antonio ya que reconoce a Giovanna en cuanto la ve. No es ése el caso de los amnésicos que he conocido, los cuales sólo han sido capaces de recordar a sus hijos pero no a sus parejas ni demás familiares. La actitud de Giovanna, no obstante, me recuerda a la de mis seres queridos quienes no pueden llegar a comprender lo que me ha pasado por lo que no pueden ponerse en mi lugar. Se entiende que sea muy difícil para cualquiera que la persona que amabas ha dejado de existir y en su lugar hay otra persona con otra vida y otros sentimientos. Se suma a todo ello el sufrimiento que has padecido hasta encontrar la persona que ya creías muerta. Al final, acabas encontrando a un ser vivo pero que es otra persona, y aún tienes que dar gracias al Cielo de que la situación no sea peor ¿Y si yo siguiera en coma o en estado vegetativo conectado irremediablemente a una máquina? En estos momentos que parece que el Mundo está próximo a terminarse por causa de la guerra de Putin, me parece muy apropiado recordar esta película. Primero porque en la piscina hay varias usuarias ucranianas: Nina y Natalia. Ambas han dejado de venir últimamente. Nina es AP de una señora de avanzada edad (Doña Flora, 93 años) y es comprensible su ausencia. Natalia acostumbraba a venir con su hija adolescente así que no encuentro justificación a su ausencia. Dudo que haya regresado a Ucrania en este momento en que todos los ucranianos que puerden huyen de su país. Lo que sí me tiene explicado Nina es que el paisaje de su tierra son extensos campos de girasoles, como en la película. Lo que no me ha contado es que esas flores crecen sobre los cuerpos de los soldados caídos durante la Segunda Guerra Mundial. A veces pienso si no será esa la razón de Putin para invadir Ucrania: Reabonar los canpos de girasoles con nuevos caídos en combate
Los extensos campos de girasoles de Ucrania dan título a la película realizada por Vitorio de Sica en 1970. Fuente: Google

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