jueves, 17 de noviembre de 2011

ONCE DEL ONCE DEL ONCE

Once del once del once
(11.11.11)
El viernes de hace dos semanas  fue 11 de noviembre de 2011 (11.11.11), número mágico para los aficionados a la numerología.
Fue esa fecha también el día de la O.N.C.E., entidad con la que he tenido contacto profesional por haber intentado – sin éxito – venderles equipos de impresión digital.
También tuve contacto profesional con ellos en mi época de profesor de secundaria, ya que tenía alumnos invidentes.
Y tengo que reconocer que la O.N.C.E se comportaba ejemplarmente con nosotros traduciéndonos a braille y viceversa los libros de texto y exámenes de los alumnos.
Reconozco también la dificultad que representaba para mí como profesor enseñar Matemáticas en una pizarra sabiendo que hay alumnos que no ven lo que escribes.
El fracaso de nuestro negocio de sistemas de impresión digital creo que debo asumirlo como propio pues yo era el comercial que tenía que haberlo llevado al éxito.
Creo que mi fallo fue no haber sabido transmitir a la dirección de mi compañía la importancia de una entidad como la O.N.C.E.

Eso que era la época en que el equipo ciclista del mismo nombre triunfaba en el tour de Francia. Como era francesa la empresa para que yo trabajaba, les llamaban les aveugle.

En mi caso, ese 11 del 11 del 11 tuve la fortuna de poder asistir a una presentación que la DoctoraA. Cerezuelo del Hospital de San Pablo de Barcelona,  tuvo a bien enseñarnos a pacientes, cuidadores y familiares. Se trataba de  una aplicación de telemedicina destinada al seguimiento de pacientes tratados con botox.
Personalmente, tengo simpatía por este fármaco pues en la Guttmann no lo aplican  y te estiran los miembros a fuerza bruta con las lesiones que de ello se derivan (a mí me produjeron una rotura fibrilar en los gemelos y una luxación de hombro)
Hace Unos días publiqué una entrada sobre la aplicación en mí de dicha substancia para el tratamiento de mi espasticidad.
Esa aplicación ha sido desarrollada por ingenieros del departamento de Tecnología Multimedia de la UPC, Universidad donde yo enseñaba pero no eran alumnos míos y forma parte también de la tesis doctoral de la doctora Cerezuelo.
Es importante proclamar que en este innovador proyecto, ni técnicos ni médicos reciben ninguna clase de ayuda económica .Lo hacen por pura vocación.
Así que aprovecho este foro para llamar la atención a las entidades mecenas en el campo de la investigación médica – que constantemente nos bombardean con su propaganda sobre lo que hacen –para que destinen fondos a esta necesaria labor.

En particular, llamo la atención de la marató de TV3 que en su última edición nos machacó con una maratoniana jornada destinada a recaudar fondos para investigar las secuelas por lesiones neurológicas o medulares.
Aquí tienen un ejemplo real al que destinar parte de los fondos recaudados por los generosos donativos de altruistas ciudadanos.
Personalmente, me comprometo a hacer público en este blog cualquier apoyo material que reciba este proyecto.
Los pacientes colaboraremos con nuestro tiempo y en nuestro propio beneficio.
Los médicos ya están aportando su saber y los técnicos ya han desarrollado una primera versión del aplicativo.
No podemos perder de vista que técnicos y sanitarios son personas  con necesidades materiales y no podemos esperar que sigan adelante de forma indefinida sólo por vocación.
Los más beneficiados seremos los pacientes, que nos veremos mejor atendidos por un sistema público de salud que sufre constantes recortes presupuestarios, pues pasaremos a tener un seguimiento permanente de la evolución de nuestra convalecencia.
Eso también implica una mayor carga de trabajo para nuestros médicos que dispondrán de mayor información sobre nosotros que tendrán que digerir.
Enseñé a Menchu el aplicativo y- como experta en monitorización de ensayos clínicos que es – lo primero que me dijo fue: Eso se podría aplicar al seguimiento de cualquier fármaco, no sólo el botox, sino cualquier otro.
Y no sólo una gran institución, como el Hospital de San Pablo, sino cualquier pequeño consultorio médico.
Rápidamente se despertó en mí mi lado comercial y comencé a pensar en vender el uso de este aplicativo.
Supongo que el trabajo de estos jóvenes ingenieros dará lugar a la creación de una empresa, eso que llaman pomposamente una spin-off  de lo que en la UPC  ya están acostumbrados y hasta tienen un departamento dedicado a su promoción.
El otro día en mi entrada hablaba yo en términos muy pesimistas de la crisis económica en la que nos encontramos.
Aquí tenemos un ejemplo de creación de riqueza basada en el conocimiento que no podemos permitir que languidezca por falta de apoyo.
Sólo es necesario que quien tenga la capacidad financiera para invertir lo haga y quien tiene la capacidad organizativa para gestionar una empresa, se ponga manos a la obra.
En ocasiones así, sí que lamento mi situación de invalidez pues ganas no me faltan para tirar adelante este proyecto, no ya como paciente, sino como empresario.
Convencido estoy que alguno de los alumnos de Ingeniería de Telecomunicaciones que tenía también se apuntaría al proyecto.
Por cierto,  si alguno lee estas líneas, que cuente conmigo para apoyarlo en un proyecto empresarial como éste.
Yo, a mis alumnos siempre les decía que tenía que formar buenos ingenieros para que montaran empresas y  con su trabajo me pudieran pagar la pensión de jubilación.
Ahora no cobro pensión de jubilación pero sí de invalidez y necesito que el sistema continúe funcionando para poder vivir y poder continuar con mis terapias de rehabilitación.
No lo puse en la mencionada entrada pero sí en un comentario de respuesta a otro comentario.
Hemos llamado “milagro español” al intercambio permanente de viviendas a precios cada vez más altos.
Pero para poder vender viviendas, primero hay que construirlas y eso ha generado puestos de trabajo.
Pero hemos hecho como el avaro de El Principito que se sentía rico por “poseer” estrellas.
Nosotros nos hemos dedicado a intercambiarnos títulos de propiedad de viviendas como podríamos haber intercambiado títulos de propiedad de estrellas.
Eso habría creado puestos de trabajo para astrónomos pero no para la industria y los jubilados europeos sí compran viviendas en España pero no habrían venido a comprar estrellas.
Otra forma de milagro español con probables idénticos resultados a los que hemos tenido habría sido la construcción de pirámides para enterrar a los próximos dictadores.
Miedo me da que este proyecto basado en el conocimiento no tire para adelante por falta de apoyo material.
Página de bienvenida de la aplicación de telemedicina

La llamada economía del conocimiento se ha quedado en “¿conoces a alguien en el gobierno que me pueda recalificar unos terrenos?”

miércoles, 9 de noviembre de 2011

SI TODO FALLA, MIRA A LA IZQUIERDA


Cuando aún no se han apagado los brasas del –supongo – soporífero debate de anteayer, me vienen a la memoria las palabras de mi neuropsicólogo de la Guttmann (Alberto G.), Santiago: si todo falla, mira a la izquierda.

El informe de alta de la Guttmann dice literalmente que sufro síndrome de heminegligencia izquierda (es decir, ignoro el lado izquierdo de mi cuerpo y  cualquier cosa que me quede a ese lado)

Personalmente, sí estoy de acuerdo con quienes opinan que la crisis nos ha venido por la derecha, pues la libertad total de los mercados no conduce a su autorregulación.

No vi el debate y todo lo que se de él es por la prensa escrita. Y la correspondiente entrada de mi amigo, seguidor y excompañero de trabajo JMBA.

No obstante no haber visto el debate, deduzco de lo que he leído que ninguno de los dos candidatos propuso cómo salir  de la crisis.

Aunque la mentira sea una de sus aficiones, no podían decir nada porque no tienen ni idea de cómo hacerlo, si es que existe alguna solución, no vendrá ni de la derecha ni de la izquierda. Habrá que mirar arriba a ver si nos viene del cielo porque, en mi opinión, sólo un milagro nos sacará de la crisis.

Del candidato socialista no podía esperarse pero el popular, a quien se supone creyente, podía haber propuesto una peregrinación a Lourdes para pedir un milagro.

Como gallego que es, podría proponer pedir el milagro al apóstol Santiago, patrón de España y en particular de Galicia, aunque eso tal vez le haría perder votos en su feudo madrileño y los votos gallegos los tiene igualmente asegurados.

En la agnóstica Catalunya, pocos votos tiene así que pocos podría perder.

Y si el Apóstol Santo – como dice la tuna – tuviera a bien concederle el milagro, siempre podría echarle la culpa a Zapatero por su laicismo.

No hay que olvidar que Francesc Baltasar, quien fuera conseller de Medi Ambient de la Generalitat, comunista y presuntamente ateo, solucionó la sequía en Catalunya, yendo a rogárselo a la Moreneta y

parece que la Mare de Deu de Montserrat se enterneció con su súplica pues llovió a los pocos días.

Sólo un milagro nos sacará de la crisis.


Y allá en el templo

del apóstol Santo

Marianito llora

Frente a su patrón

Porque el agujero

Que le deja Zapatero

No tiene ninguna

posible solución

martes, 8 de noviembre de 2011

MI VIDA SÍ MERECE LLAMARSE VIDA


Con el elocuente título de” Una vida que merezca ser llamada vida” ) apareció anteayer en El País un artículo de Rosa Montero que me dio que pensar. Comentaba la discriminación que sufrimos quienes nos vemos obligados a desplazarnos en silla de ruedas.

Intenté añadir algún comentario positivo al respecto y hasta me registré dando mis datos para poder hacerlo.

No obstante, se nota que su laberíntica Web no se la vendí yo y, quien quiera que se la haya vendido, no sabía gran cosa de lo que se llama “usabilidad”.

De modo que no me fue posible realizar ningún comentario y tampoco daban indicaciones sobre cómo darme de baja del registro.

Fue una sorpresa, porque tiempo atrás sí había conseguido publicar comentarios en la Web de El País.

Lamentablemente, la cuenta de correo  que utilizaba entonces tuve que darla de baja porque debió aparecer publicada en algún sitio y estaba permanentemente saturada de basura, así que tuve que registrarme con otra cuenta.

Cuando te registras en algún sitio, lo normal es que te llegue un mensaje de confirmación para validar el registro.

A día de hoy, ese mensaje aún no me ha llegado.

Ay Anselm!

Creo que encontrado un potencial cliente para nosotros que, además, será una buena referencia.

Si tú y tu equipo hubierais implantado nuestro gestor de contenidos como Web de El País, no pasarían esas cosas.

Así que, dándome por aludido, me veo en la necesidad de escribir en mi blog lo que no pude manifestar allí.

En esencia, lo que quería expresar y no pude es lo siguiente:

Nunca me he sentido discriminado por ir en silla de ruedas. Más bien al contrario, todo el mundo se ofrece a ayudarme o a ayudar a la persona que me acompaña.

Incluso en la cena de físicos de la que hablaba el otro día una compañera de corta estatura (Carme H.) se alegraba de poder mirarme a la cara sin necesidad de mirar hacia arriba y/o ponerse de puntillas.

Sí he notado un desvío de mirada  para no verme en algunas personas, básicamente niños, a quienes debe impresionar el ver alguien en silla de ruedas y mis múltiples deformidades craneales fruto de las intervenciones quirúrgicas a las que fue sometida mi cabeza.

Ya comenté hace unos días en este blog  que estaba contento de vivir por las cosas positivas de las que sigo disfrutando.

También me anima el ver compañeros de terapia que – por mucho menos que lo a mí sucedido –se encuentran en un estado mucho más lamentable que el mío. Creo que fue Sócrates quien dijo: Fíjate en aquellos que están peor que tú.  y por lo que me han contado tuve muchos números  de quedarme como una plantita sin capacidad de comunicarme, menos aún de moverme.

A veces Jacobo (mi hidroterapeuta) me recuerda que me dijeron que nunca volvería a caminar. Y caminar es algo que veo cada día más cercano.

Lo que sí que no acepto del mencionado artículo de Rosa Montero es que se nos califique de héroes.

También alguna vez algún seguidor de este blog me ha dicho que soy un ejemplo de lucha para todos.

Para nada lo siento así.

Sí pretendo ser ejemplo para los comestibles que mucho han sufrido viendo a su padre – otrora superman- incapaz de hacer muchas cosas que antes realizaba con naturalidad, como sentarme en el suelo a jugar con ellos.

Recuerdo el día que Santi alucinaba de ver que el papá de Victoria (Thomas, un gigante teutón de casi dos metros) era más grande que yo.

Thomas trataba de justificarse como si le supiera mal el hecho y – como buen alemán- le decía: Es que yo soy alemán y he bebido mucha cerveza.

También son ellos el principal motivo para intentar mejorar

Cierto que no veo posible llegar a mover el brazo izquierdo, pero ya me habían advertido que eso era lo más difícil y, siendo diestro, tampoco es una limitación importante.

Montañismo o esquí sí son cosas que descarto por mucho tiempo.


Personalmente, nunca me he sentido discriminado por ir en silla de ruedas

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