domingo, 6 de septiembre de 2020

Zona Hostil

Aun cuando probablemente  se trate  del primer ministro más aborrecible -y más aborrecido - de la Democracia, Aznar López tomó algunas decisiones acertadas.

Una de ellas fue la profesionalización del ejército y consecuente supresión del servicio militar obligatorio. 

Aunque el coste resulte lógicamente muy superior, tiene al menos la ventaja de ser útil.

Un ejército de reclutas puede ser barato pero no sirve para nada de modo que la relación coste/efectividad se vuelve infinito.

El ejército profesional, además, elimina la objeción de conciencia y permite a las Fuerzas Armadas Españolas tomar parte en toda clase de conflictos, incluyendo las guerras reales en las que el riesgo físico para los soldados es elevado.

En otro orden de cosas aprovecho para comentar que en el primer curso de mi licenciatura de Física (1981-82), el profesor de Cálculo nos enseñó que la manera de aprender a hacer problemas era, simplemente, haciéndolos.

Muchos años más tarde, yo habría de enseñar eso mismo a mis alumnos de Ingeniería de Telecomunicaciones y de Aeronáutica.

Décadas después, mi médico rehabilitadora (la Doctora Bascuñana) me enseñó lo equivalente respecto a caminar: La mejor manera de aprender a caminar es caminando y, cuanto más hostil sea el terreno en el que lo practique, mayor será el aprendizaje.

Viviendo en una ciudad como Barcelona (España), no hace falta irse de vacaciones a Afganistán para acceder a una zona hostil pues las calles de la ciudad ya son lo suficientemente complicadas. Entre obras, vallas y vehículos de dos ruedas, el espacio público barelonés ya resulta una zona lo suficientemente hostil como para aprender a caminar.

Como hijo del baby boom que soy, para los de mi quinta, el destino más frecuente para realizar la "mili" era  excedente de cupo.

Sin embargo, no fue ése mi caso.

Aunque supongo que se debe al hecho de haber nacido en Colombia Por razones que no he llegado a conocer de forma precisa, el Ministerio de Defensa se olvidó de mi existencia y nunca me llamaron a filas.

Intrigado por el hecho, pregunté a alguna persona por mi situación y me contaron  el caso de un chico que le pasó lo mismo y se presentó en la comandancia militar a preguntar.

Allí mismo le dijeron: Toma este petate y este billete de tren y preséntate mañana a las 8h en la Comandancia Militar de Cartagena.

En el colegio me habían enseñado que el que pregunta, barre. Sumado al caso del de Cartagena, decidí mantener la boca cerrada.

La primera vez que expliqué públicamente mi situación, mis interlocutores me llamaron de todo por haber mantenido tanto tiempo el secreto.

Lo cierto es que sí existen malas personas - he conocido alguno- dispuestos a hacer daño a los demás por el simple placer de saber que alguien se está fastidiando por su culpa, aunque no saque ningún beneficio de ello.

Todos quienes han hecho la mili tienen multitud de anécdotas al respecto.

Obviamente, ése no es mi caso.

No obstante, aprovecho la ocasión para comentar el caso de un compañero de trace que le tocó la mili en Marina, embarcado en una fragata de la Armada Española.

Aunque el ejército aún no era profesional, sí le tocó tomar parte en un conflicto real: En la guerra de Bosnia, en la que España envió navíos para asegurar el bloqueo decretado por la ONU.

De hecho, la Armada española ya era semiprofesional desde hacía años debido a la sofisticación de los equipos que manejan en los buques de guerra. Uno de los recuerdos de mi infancia es la campaña de propaganda (

Muchacho , la Marina te llama) para animar a los jóvenes a alistarse en la Armada y, de ese modo aprender un oficio de alta tecnología .


De hecho,  en mi trabajo como ingeniero de Sistemas tuve como compañeros a técnicos de mantenimiento que se habían formado por esa vía que los llevó, además de a conocer Mundo, a aprender la  electrónica necesaria para reparar equipos informáticos.

Barbero de profesión, Jaime P. pudo ejercer su oficio en el barco y recibió instrucción para ejercer como asistente sanitario, como a la antigua usanza, en que el barbero era también el cirujano.

Fue así como llegó a entrar en contacto con los cuerpos de élite del ejército USA y explica que tanto los Navy Seals como los Delta Force, son realmente tan fieros como los pintan.

En trace tengo un compañero que tiene unv hijo profesional de las tropas de montaña con base en Jaca, en el Pirineo de Huesca.

También la hermana de otro compañero - vecina mía- tiene una hija oficial de caballería en la Academia Militar de Zaragoza.

Siempre que me cruzo con ella le pregunto por el destino de su hija, si está en Mali o Afganistán.

Y precisamente en Afganistán es en donde está ambientada la película titulada como esta entrada.

Poco dado  a relatar hazañas bélicas del ejército español, seguramente por la práctica inexistencia de tales historias , Zona Hostil nos relata un heho real protagonizado por las tropas españolas en aquel país asiático , colonizado por los británicos y luego abandonado a su suerte al abandonar el subcontinente indio, Afganistán fue invadido por los soviéticos en 1989 y luego también abandonados a la ley del más fuerte entre las tribus históricamente enemistadas entre sí que componen el país.

Tras el abandono soviético, el vacío de poder fue ocupado por  la tribu más feroz y dominado ideológicamente por los talibanes, extremistas islámicos cuya radical interpretación de El Corán devolvió al país a la Edad Media.

De este modo, el territorio afgano se convirtió en un Mundo sin ley que sirvió de campo de entrenamiento a toda clase de bandas criminales.

Aunque periódicamente bombardeado por la Fuerza Aérea USA, los bandidos allí instalados llegaron a preparar atentados terroristas entre los que se encuentra (presuntamente) el mayor de la Historia: El atentado contra el WTC de Nueva York  y el Pentágono en Washintong el 11 de septiembre de 2001.

Llegados a ese punto, el gobierno USA se dio cuenta de que eso de ir bombardeando el desierto afgano de vez en cuando no servía para nada y decidieron terminar el trabajo que los soviéticos habían dejado a medias.

Así, en octubre de 2001, con ayuda de grupos locales ya enfrentados con quienes supuestamente gobernaban, el ejército USA tomó control completo de lo que era un Estado fallido.

a pesar de intentar crear una estructura democrática que permitiera al pueblo afgano gobernarse sólo, la presencia permanente de tropas extranjeras se hizo imperativa.

Como años después, los USA se lanzaron a hacer lo mismo en Irak, las tropas de estabilización de Afganistán tuvieron que constituirse a base de la participación de varios países, entr ellos España.

Con un ejército profesional, España ya podía enviar tropas sin que las familias españolas se levantaran  en armas contra el gobierno.

Y es en ese contexto de la participación española en el país centroasiático en el que tiene lugar la película.

Un convoy occidental se vio alterado al pisar una mina uno de los vehículos que lo componían.

Un helicóptero medicalizado del ejército español acude al lugar a socorrer a los soldados heridos y, al tomar tierra, se accidenta el helicóptero no pudiendo completar la misión.

Se decide entonces que el siguiente equipo de rescate, no sólo se traiga a los soldados heridos, sino que también se traiga el helicóptero accidentado para repararlo y que pueda continuar efectuando misiones de salvamento.

Ariadna Gil y Roberto Álamo protagonizaron esta película de las pocas españolas de hazañas bélicas


No hace falta salir de las aceras de Barcelona para encontrarte en una zona hostil

2 comentarios:

  1. HOLA SANTI, FUE UNA PENA QUE LO QUE PARECÍA UN BUEN EQUIPO Y PARTIDO DE CENTRO COMO APARENTABA CIUDADANOS, DE LA NOCHE A LA MAÑANA DESAPARECIÓ.
    EN CUANTO A AZNAR CREO QUE LO QUE INDICAS DEL SERVICIO MILITAR ES CORRECTO Y FUE UNA DE LAS ÚNICAS COSAS QUE HA HECHO BIEN SEGÚN MI ENTENDER.
    UN ABRAZO
    MANEL

    ResponderEliminar
  2. Gracias Manel por tu comentario. Sin embargo tengo la sensación que no se corresponde con esta entrada sino con alguna otra anterior en la que hablé de C´s.
    Un abrazo.
    Santi

    ResponderEliminar

Comentarios y entradas