No. No voy a hacer una
disertación sobre el origen y evolución del Universo ya que no soy competente
en la materia. Voy
a hablar de la única emisión que me permite compartir ratos televisivos con la familia. Es el título
de esta entrada el mismo que una serie de televisión que ofrecen en una de las
nuevas cadenas recibidas a través de TDT.
Otras series que los comestibles
me obligan a tragar, tratan habitualmente de adolescentes en el instituto (High School). Aunque banales y
vacías, tales series creo que presentan un cierto interés antropológico, pues
si en algo reflejan la realidad de la juventud US-americana,
explican por qué es tan elevado el consumo de estupefacientes entre tal
población. Realmente, si esos son los valores de los jóvenes de ese país, es
lógico y razonable que se llenen el cuerpo de basura que les haga huir de su
miserable realidad. También ayudan a
entender por qué periódicamente encuentran en una cama (de hotel o de su casa)
el cadáver de un personajillo de la farándula US-americana
intoxicado con todo tipo de porquerías, aunque no se explica por qué la
frecuencia de tales sucesos es tan baja
Regresemos al título de esta
entrada y de la serie que sí me gusta. El nombre hace referencia a la teoría
cosmológica de la gran explosión con que se supone comenzó el Universo y con él
todo lo que conocemos.
Desafortunado nombre propuesto
despectivamente por Sir Fred Hoyle en los años 60 y que para quienes piensan en
inglés debe sonar como “el gran pet”.
Esta teoría fue propuesta
inicialmente por Lemaitre en 1921 como contraposición al Universo inflacionario
de De Sitter que suponía un Universo en constante creación. Ambos modelos de
Universo se propusieron para explicar el hecho observacional de la expansión
del Universo y ambos a partir de las ecuaciones de campo de la Relatividad General
de Einstein.
Llevado por sus prejuicios
antirreligiosos y siendo clérigo Lemaitre, Einstein no aceptó tal teoría por
considerar que Lemaitre se había dejado llevar por prejuicios religiosos ya que
suponer un origen puntual del Universo favorecía la idea de un Creador.
Lo cierto fue que a medida que se
fue investigando, parecía que tomaba más validez la teoría del Big Bang que la del Universo
inflacionario.
Como en cualquier explosión, los
restos tienden a alejarse todos de todos independientemente del punto de vista
del observador, aunque eso sí, cada vez más lentamente. En nuestro entorno,
debido al rozamiento con el aire y la fuerza de gravedad terrestre (tiro
parabólico) y en el vacío del espacio, por la fuerza de gravedad que unos
pedazos ejercen sobre los otros. Este razonamiento significaba que dependiendo
de la masa total del Universo, la expansión acabaría deteniéndose y comenzaría
una contracción. Se estableció una relación (Ω0) entre la masa total
del Universo y la velocidad de expansión. Si era menor que 1 significaría que la masa era demasiado grande con lo que
la expansión cesaría en un tiempo relativamente corto (sólo unas decenas de
miles de millones de años) y comenzaría una contracción) (Universo cerrado) Si
resultaba menor que 1 significaría que no había suficiente masa y la expansión
continuaría de forma indefinida por los siglos de los siglos Universo abierto).
De resultar Ω0 igual a 1, la expansión se iría deteniendo pero
necesitaría un tiempo infinito para frenarse del todo (Universo plano).
El espaldarazo definitivo de esta
teoría lo recibió a principios de los 70´s cuando Penzias y Wilson detectaron
la radiación de fondo del Universo de 3K (grados Kelvin o, simplemente Kelvin)
que identificaron como eco del Big Bang, lo que les valió el premio Nobel en
1979.
Sin embargo, la teoría de la gran
explosión fue herida de muerte a finales del siglo pasado al descubrirse la
expansión acelerada del Universo. Pelmutter et al., 1991)
Como cualquier producto Hollywood
que se precie, cuenta esta serie con todos los tópicos y estereotipos
habituales respecto de los personajes que presenta: La rubia facilona, tan
despampanante como tonta,. El nombre de este personaje (Peni) es lo que ha
inspirado a los comestibles a bautizar a nuestra perrita. La misantropía y
engreimiento de las personas consagradas a la Ciencia.
No falta el Astrofísico indio (de
la India), como tantos otros astrofísicos que ha aportado a la Historia ese
poblado país de las riberas del Indo (verbi gratia, Chandrasekhar, Lahore- 1910).
Además de éste, he de reconocer
que algunos de estos tópicos se corresponden con la realidad, al menos con la
realidad que yo conozco. Por ejemplo, el desprecio que los físicos teóricos
sienten hacia todo aquello que no sea teórico (yo soy físico, no lampista, se
decía en mi Facultad).
Discrepo, no obstante, respecto
de la falta de atractivo sexual de las mujeres científicas.
Lo que tal vez suceda es que el
sesgo machista del entorno científico (como el de tantos otros) provoque que
las mujeres no triunfen en Ciencia hasta
que alcanzan una edad donde ya han perdido su encanto de juventud. No obstante,
si uno visita las aulas de los primeros cursos, sí pueden encontrarse bombones
que rompen con el tópico.
Aunque no para conseguir una
plaza de profesor, sí he podido comprobar personalmente cómo lucir a tu pareja
te predispone positivamente con quienes cortan el bacalao. Así, en un congreso
de Astronomía cerca de San Petersburgo, el encanto de Menchu (entonces, 25
años) me sirvió para atraerme las simpatías de los padres de la Ciencia
exsoviéticos y de algún español también asistente.
Para los Anales de la Historia
dejo la anécdota de Santi (entonces, 2 añitos) correteando por los pasillos del
Palacio de congresos de Praga gritando: De mayor quiero zer Aztrofízico durante
la Asamblea General
de la Unión Astronómica
Internacional (Praga 2005) lo que invitaba a la hilaridad a
los muchos asistentes hispanoparlantes.
Por cierto que durante dicho
congreso entregaron el premio Paul
Gruber de Cosmología a John Mather, padre del proyecto COBE también relacionado
con el Big Bang y por el que recibió el premio Nobel de Física en 2006.
No. No voy a hacer una
disertación sobre el origen y evolución del Universo ya que no soy competente
en la materia. Voy
a hablar de la única emisión que me permite compartir ratos televisivos con la familia. Es el título
de esta entrada el mismo que una serie de televisión que ofrecen en una de las
nuevas cadenas recibidas a través de TDT.
Otras series que los comestibles
me obligan a tragar, tratan habitualmente de adolescentes en el instituto (High School). Aunque banales y
vacías, tales series creo que presentan un cierto interés antropológico, pues
si en algo reflejan la realidad de la juventud US-americana,
explican por qué es tan elevado el consumo de estupefacientes entre tal
población. Realmente, si esos son los valores de los jóvenes de ese país, es
lógico y razonable que se llenen el cuerpo de basura que les haga huir de su
miserable realidad. También ayudan a
entender por qué periódicamente encuentran en una cama (de hotel o de su casa)
el cadáver de un personajillo de la farándula US-americana
intoxicado con todo tipo de porquerías, aunque no se explica por qué la
frecuencia de tales sucesos es tan baja
Regresemos al título de esta
entrada y de la serie que sí me gusta. El nombre hace referencia a la teoría
cosmológica de la gran explosión con que se supone comenzó el Universo y con él
todo lo que conocemos.
Desafortunado nombre propuesto
despectivamente por Sir Fred Hoyle en los años 60 y que para quienes piensan en
inglés debe sonar como “el gran pet”.
Esta teoría fue propuesta
inicialmente por Lemaitre en 1921 como contraposición al Universo inflacionario
de De Sitter que suponía un Universo en constante creación. Ambos modelos de
Universo se propusieron para explicar el hecho observacional de la expansión
del Universo y ambos a partir de las ecuaciones de campo de la Relatividad General
de Einstein.
Llevado por sus prejuicios
antirreligiosos y siendo clérigo Lemaitre, Einstein no aceptó tal teoría por
considerar que Lemaitre se había dejado llevar por prejuicios religiosos ya que
suponer un origen puntual del Universo favorecía la idea de un Creador.
Lo cierto fue que a medida que se
fue investigando, parecía que tomaba más validez la teoría del Big Bang que la del Universo
inflacionario.
Como en cualquier explosión, los
restos tienden a alejarse todos de todos independientemente del punto de vista
del observador, aunque eso sí, cada vez más lentamente. En nuestro entorno,
debido al rozamiento con el aire y la fuerza de gravedad terrestre (tiro
parabólico) y en el vacío del espacio, por la fuerza de gravedad que unos
pedazos ejercen sobre los otros. Este razonamiento significaba que dependiendo
de la masa total del Universo, la expansión acabaría deteniéndose y comenzaría
una contracción. Se estableció una relación (Ω0) entre la masa total
del Universo y la velocidad de expansión. Si era menor que 1 significaría que la masa era demasiado grande con lo que
la expansión cesaría en un tiempo relativamente corto (sólo unas decenas de
miles de millones de años) y comenzaría una contracción) (Universo cerrado) Si
resultaba menor que 1 significaría que no había suficiente masa y la expansión
continuaría de forma indefinida por los siglos de los siglos Universo abierto).
De resultar Ω0 igual a 1, la expansión se iría deteniendo pero
necesitaría un tiempo infinito para frenarse del todo (Universo plano).
El espaldarazo definitivo de esta
teoría lo recibió a principios de los 70´s cuando Penzias y Wilson detectaron
la radiación de fondo del Universo de 3K (grados Kelvin o, simplemente Kelvin)
que identificaron como eco del Big Bang, lo que les valió el premio Nobel en
1979.
Sin embargo, la teoría de la gran
explosión fue herida de muerte a finales del siglo pasado al descubrirse la
expansión acelerada del Universo.
Riess et al., 1991)
Como cualquier producto Hollywood
que se precie, cuenta esta serie con todos los tópicos y estereotipos
habituales respecto de los personajes que presenta: La rubia facilona, tan
despampanante como tonta,. El nombre de este personaje (Peni) es lo que ha
inspirado a los comestibles a bautizar a nuestra perrita. La misantropía y
engreimiento de las personas consagradas a la Ciencia.
No falta el Astrofísico indio (de
la India), como tantos otros astrofísicos que ha aportado a la Historia ese
poblado país de las riberas del Indo (verbi gratia, Chandrasekhar, Lahore- 1943).
Además de éste, he de reconocer
que algunos de estos tópicos se corresponden con la realidad, al menos con la
realidad que yo conozco. Por ejemplo, el desprecio que los físicos teóricos
sienten hacia todo aquello que no sea teórico (yo soy físico, no lampista, se
decía en mi Facultad).
Discrepo, no obstante, respecto
de la falta de atractivo sexual de las mujeres científicas.
Lo que tal vez suceda es que el
sesgo machista del entorno científico (como el de tantos otros) provoque que
las mujeres no triunfen en Ciencia hasta
que alcanzan una edad donde ya han perdido su encanto de juventud. No obstante,
si uno visita las aulas de los primeros cursos, sí pueden encontrarse bombones
que rompen con el tópico.
Aunque no para conseguir una
plaza de profesor, sí he podido comprobar personalmente cómo lucir a tu pareja
te predispone positivamente con quienes cortan el bacalao. Así, en un congreso
de Astronomía cerca de San Petersburgo, el encanto de Menchu (entonces, 25
años) me sirvió para atraerme las simpatías de los padres de la Ciencia
exsoviéticos y de algún español también asistente.
Para los Anales de la Historia
dejo la anécdota de Santi (entonces, 2 añitos) correteando por los pasillos del
Palacio de congresos de Praga gritando: De mayor quiero zer Aztrofízico durante
la Asamblea General
de la Unión Astronómica
Internacional (Praga 2005) lo que invitaba a la hilaridad a
los muchos asistentes hispanoparlantes.
Por cierto que durante dicho
congreso entregaron el premio Paul
Gruber de Cosmología a John Mather, padre del proyecto COBE también relacionado
con el Big Bang y por el que recibió el premio Nobel de Física en 2006.
No. No voy a hacer una
disertación sobre el origen y evolución del Universo ya que no soy competente
en la materia. Voy
a hablar de la única emisión que me permite compartir ratos televisivos con la familia. Es el título
de esta entrada el mismo que una serie de televisión que ofrecen en una de las
nuevas cadenas recibidas a través de TDT.
Otras series que los comestibles
me obligan a tragar, tratan habitualmente de adolescentes en el instituto (High School). Aunque banales y
vacías, tales series creo que presentan un cierto interés antropológico, pues
si en algo reflejan la realidad de la juventud US-americana,
explican por qué es tan elevado el consumo de estupefacientes entre tal
población. Realmente, si esos son los valores de los jóvenes de ese país, es
lógico y razonable que se llenen el cuerpo de basura que les haga huir de su
miserable realidad. También ayudan a
entender por qué periódicamente encuentran en una cama (de hotel o de su casa)
el cadáver de un personajillo de la farándula US-americana
intoxicado con todo tipo de porquerías, aunque no se explica por qué la
frecuencia de tales sucesos es tan baja
Regresemos al título de esta
entrada y de la serie que sí me gusta. El nombre hace referencia a la teoría
cosmológica de la gran explosión con que se supone comenzó el Universo y con él
todo lo que conocemos.
Desafortunado nombre propuesto
despectivamente por Sir Fred Hoyle en los años 60 y que para quienes piensan en
inglés debe sonar como “el gran pet”.
Esta teoría fue propuesta
inicialmente por Lemaitre en 1921 como contraposición al Universo inflacionario
de De Sitter que suponía un Universo en constante creación. Ambos modelos de
Universo se propusieron para explicar el hecho observacional de la expansión
del Universo y ambos a partir de las ecuaciones de campo de la Relatividad General
de Einstein.
Llevado por sus prejuicios
antirreligiosos y siendo clérigo Lemaitre, Einstein no aceptó tal teoría por
considerar que Lemaitre se había dejado llevar por prejuicios religiosos ya que
suponer un origen puntual del Universo favorecía la idea de un Creador.
Lo cierto fue que a medida que se
fue investigando, parecía que tomaba más validez la teoría del Big Bang que la del Universo
inflacionario.
Como en cualquier explosión, los
restos tienden a alejarse todos de todos independientemente del punto de vista
del observador, aunque eso sí, cada vez más lentamente. En nuestro entorno,
debido al rozamiento con el aire y la fuerza de gravedad terrestre (tiro
parabólico) y en el vacío del espacio, por la fuerza de gravedad que unos
pedazos ejercen sobre los otros. Este razonamiento significaba que dependiendo
de la masa total del Universo, la expansión acabaría deteniéndose y comenzaría
una contracción. Se estableció una relación (Ω0) entre la masa total
del Universo y la velocidad de expansión. Si era menor que 1 significaría que la masa era demasiado grande con lo que
la expansión cesaría en un tiempo relativamente corto (sólo unas decenas de
miles de millones de años) y comenzaría una contracción) (Universo cerrado) Si
resultaba menor que 1 significaría que no había suficiente masa y la expansión
continuaría de forma indefinida por los siglos de los siglos Universo abierto).
De resultar Ω0 igual a 1, la expansión se iría deteniendo pero
necesitaría un tiempo infinito para frenarse del todo (Universo plano).
El espaldarazo definitivo de esta
teoría lo recibió a principios de los 70´s cuando Penzias y Wilson detectaron
la radiación de fondo del Universo de 3K (grados Kelvin o, simplemente Kelvin)
que identificaron como eco del Big Bang, lo que les valió el premio Nobel en
1979.
Sin embargo, la teoría de la gran
explosión fue herida de muerte a finales del siglo pasado al descubrirse la
expansión acelerada del Universo.
Riesset al., 1991)
Como cualquier producto Hollywood
que se precie, cuenta esta serie con todos los tópicos y estereotipos
habituales respecto de los personajes que presenta: La rubia facilona, tan
despampanante como tonta,. El nombre de este personaje (Peni) es lo que ha
inspirado a los comestibles a bautizar a nuestra perrita. La misantropía y
engreimiento de las personas consagradas a la Ciencia.
No falta el Astrofísico indio (de
la India), como tantos otros astrofísicos que ha aportado a la Historia ese
poblado país de las riberas del Indo (verbi gratia, Chandrasekhar, Lahore- 1910).
Además de éste, he de reconocer
que algunos de estos tópicos se corresponden con la realidad, al menos con la
realidad que yo conozco. Por ejemplo, el desprecio que los físicos teóricos
sienten hacia todo aquello que no sea teórico (yo soy físico, no lampista, se
decía en mi Facultad).
Discrepo, no obstante, respecto
de la falta de atractivo sexual de las mujeres científicas.
Lo que tal vez suceda es que el
sesgo machista del entorno científico (como el de tantos otros) provoque que
las mujeres no triunfen en Ciencia hasta
que alcanzan una edad donde ya han perdido su encanto de juventud. No obstante,
si uno visita las aulas de los primeros cursos, sí pueden encontrarse bombones
que rompen con el tópico.
Aunque no para conseguir una
plaza de profesor, sí he podido comprobar personalmente cómo lucir a tu pareja
te predispone positivamente con quienes cortan el bacalao. Así, en un congreso
de Astronomía cerca de San Petersburgo, el encanto de Menchu (entonces, 25
años) me sirvió para atraerme las simpatías de los padres de la Ciencia
exsoviéticos y de algún español también asistente.
Para los Anales de la Historia
dejo la anécdota de Santi (entonces, 2 añitos) correteando por los pasillos del
Palacio de congresos de Praga gritando: De mayor quiero zer Aztrofízico durante
la Asamblea General
de
la Unión Astronómica
Internacional (Praga 2005) lo que invitaba a la hilaridad a
los muchos asistentes hispanoparlantes.
Santi posa junto al póster que presenté en dicha Asamblea
Por cierto que durante dicho
congreso entregaron el premio
Paul
Gruber de Cosmología a John Mather, padre del proyecto COBE también relacionado
con el Big Bang y por el que recibió el premio Nobel de Física en 2006.