Como cada año en esta señalada
fecha me dedico la entrada a mí mismo por ser mi cumpleaños.
Es desde siempre para mí este día
jornada de nostalgia por el tiempo que va pasando y las cosas que me quedan por
hacer. Desde mi accidente, además se ha añadido el recuerdo de mis cumpleaños
pasados en los centros sanitarios de los que algunos tuve consciencia pero de
otros no. Vienen a mi recuerdo, en particular, la alegría que en esos días me
producía la visita de la familia y, en especial los regalos que me traían los
comestibles. En general, postales redactadas y decoradas por ellos mismos, una
de las cuales me acompañó durante toda mi estancia en la Guttmann y otras
decoran actualmente mi despacho.
El año pasado comenté que había
llegado al medio siglo, así que éste son 51, de modo que, en el mejor de los
casos, ya he vivido la mayor parte de mi vida.
Esperando no aburrir al lector,
puesto que esto es un diario, permítaseme reflexionar en voz alta sobre lo que
aún espero de mi futuro.
Aunque sufro algunas limitaciones
físicas por mi accidente, para nada doy mi vida por terminada, más bien al
contrario continúo con proyectos más o menos realistas (desde luego, no me he
propuesto subir al Everest ni al Matterhorn, ni siquiera al Aneto, ni llegar
caminando al Polo), tampoco crear una
empresa, ni aún volver a enseñar en la Universidad pero sí trabajos de creación
de conocimiento, así como escribir mis memorias de las que ya llevo redactadas
varias decenas de páginas y convertir, algún día este blog en un libro. Un
libro de esperanza para todos quienes se hayan visto afectados por ictus o sus familiares. Vamos, que tengo
asumido que ya nunca dejaré de escribir hasta que mi cerebro deje
definitivamente de funcionar o que no disponga de ninguna mano para pulsar el
teclado.
Ya he dicho en otras ocasiones
que no pretendo- ni podría- ser ejemplo para nadie – salvo los comestibles- de
cómo enfrentar la vida ante las adversidades que llegan por sí solas sin
necesidad de ir a buscarlas. Aunque ya he dedicado alguna entrada a proyectos
de futuro, creo que hoy es un buen día para repetirme.
Viajar, he viajado un poco con
Menchu, llegando a pisar una cuarentena de países aunque, pernoctar, sólo deben
haber sido una treintena.
Las excusas que suele exponer la
gente de por qué no viaja son: Tiempo y dinero.
Si hay algo que ahora me sobra es
tiempo pero, desde luego, no dinero.
Mientras siga trabajando de
paciente espero que mi condición física siga mejorando, si no es así los fisios
me darán el alta (se me quitarán de encima), pues a nadie gusta trabajar sin
resultados.
El día que consiga mover brazo y
mano izquierdos, yo mismo me daré por curado y puede que hasta me ponga a
buscar trabajo como algún compañero de terapia que llegó a estar peor que yo
(Nacho).
Celebración de mi 30 cumpleaños (29/12/92) con familiares y unos amigos en la casa que vivía entonces.
HOLA SANTI.- EN PRIMER LUGAR FELICITARTE POR TU CUMPLEAÑOS, AL MISMO TIEMPO QUE DESEARTE CUMPLAS MUCHOS MAS, EN COMPAÑIA DE TODA TU FAMILIA.
ResponderEliminarDE OTRA ENTRADA A ESTA NOTO UN GRAN ABISMO EN TU ANIMO, PUES EN AQUELLA DECIAS ALGO REFERENTE A TU EDAD Y DE LOS MOMENTOS DE TU VIDA, EN RESUMEN, MAS PESIMISTA QUE ACTUALMENTE QUE HABLAS DE PROYECTOS, DE LO CUAL ME ALEGRO MUCHO, MUCHO
YO CONOZCO ALGUIEN CON 35 AÑOS MAYOR QUE TU Y QUE NO SE RINDE. ESPERANDO QUE NO VENGA ALGO EXTERIOR Y LO FASTIDIE TODO.
ASI QUE ANIMO SANTI, QUE MEJORAS CADA DIA Y TIENES DETRAS UNA GRAN FAMILIA, QUE DEBES CUIDAR DE ELLA.
FELICIDADES
Manel.
Gracias Manel por tu comentario y buenos deseos.
EliminarEs a ti a quien también tengo que agradecer mucho de lo que he ganado, pues sin tus lo que tú me has animado andaría mucho más flojo de optimismo. Gracias.
Un abrazo.
Santi