Aunque parezca que lo que toca
hoy comentar es el referéndum sobre la independencia y suicidio de Catalunya, en mi caso ha sucedido
algo mucho más trascendente que la ambición personal de una banda de caraduras.
Cada año desde que existe este
blog vengo a recordar que hoy es el cumpleaños de la abuela de Menchu y madre
de mi suegra Paquita. Conforme se acercaba este año he ido recordando que este
año la bisabuela de los comestibles iba a cumplir cien. Y así es.
La Bibi (como la llamamos desde
que fue bisabuela por primera vez) cumple hoy 100 años.
Lamentablemente, su salud
mental es la propia de una persona de
esa edad y ya poco se entera de lo que sucede a su alrededor.
Me confesaba hoy Menchu que el
inicio de su decadencia coincidió con mi
accidente, pues aunque se enteraba de que algo me había sucedido no entendía
cómo podía ser.
A ella es a quien debemos expresiones
antológicas como la de “te quiero bastante” de la que hablé en otra ocasión.
Con noventa y pico años comenzó a
decir: “Es que yo ya voy para vieja”
Con mentalidad propia de una
persona nacida a principios del siglo XX, para ella “la mujer honrada, en casa
y la pata quebrada”, vamos, que habría sido el martirio de las feministas.
Esta circunstancia la aprovechaba
yo para hacer broma y comentarle supuestas maldades que Menchu me hacía a lo
que ella reaccionaba riñendo a Menchu por maltratarme y riñendo a Paquita por
lo mal que había enseñado a su hija mientras yo me retiraba a un rincón para
reírme a gusto.
Viuda de un capitán de la
Benemérita que había vivido la
Guerra Civil en primera línea del frente es la Bibi persona
admiradora de las bondades de la Dictadura
He aquí un pastel con 100 velitas que he sacado de la biblioteca de google. Cuando tengsa algo mejor, la sustituiré
He aquí un pastel con 100 velitas que he sacado de la biblioteca de google. Cuando tengsa algo mejor, la sustituiré
De ahora en adelante ya poco más podemos esperar de la Bibi.
Aunque -como se dice vulgarmente- ya está más pàllá que p'acá-, en el lado positivo, al menos ha podido conocer a tres bisnietos y, de, aquí a unos meses, cuatro. Wenn es Gott will.
Dudo que yo mismo o cualquiera de los lectores de este blog pueda llegar a esa avanzada edad.
Si así fuere, ruego a Dios poder relatarlo desde aquí
En lugares no tan avanzados (verbi gratia, Castilla y León) como el narco-estado bananero catalán - en el que sólo falta por prometer la erradicación de la muerte- han entendido que las TIC's pueden servir para homenajear a quienes celebran tantos años aunque un centenario no va a ser consciente del homenaje.
He aquí la felicitación enviada a la Bibi
Aunque -como se dice vulgarmente- ya está más pàllá que p'acá-, en el lado positivo, al menos ha podido conocer a tres bisnietos y, de, aquí a unos meses, cuatro. Wenn es Gott will.
Dudo que yo mismo o cualquiera de los lectores de este blog pueda llegar a esa avanzada edad.
Si así fuere, ruego a Dios poder relatarlo desde aquí
En lugares no tan avanzados (verbi gratia, Castilla y León) como el narco-estado bananero catalán - en el que sólo falta por prometer la erradicación de la muerte- han entendido que las TIC's pueden servir para homenajear a quienes celebran tantos años aunque un centenario no va a ser consciente del homenaje.
He aquí la felicitación enviada a la Bibi
HOLA SANTI.- ANTE TODO FELICIDADES POR LA PARTE QUE OS TOCA, ESPECIAJMENTE A TU ESPOSA MENCHU.
ResponderEliminarLO MAS LAMENTABLE DE TODO ES PERDER EL CONOCIMIENTO DE LAS COSAS Y COMO DICES, ESTAR MAS ALLA QUE ACA
LO QUE TAMBIEN LLAMA LA ATENCION ES VER QUE EN AQUELLAS FECHAS ERAS UN JAIMITO TRAVIESO, PUES ESPERAR QUE SU MADRE AMONESTARA A MENCHU MIENTRAS TU TE REIAS EN UN RINCON, ES POR LO MENOS SER COMO UN NIÑO TRAVIESO
UN ABRAZO
Manel
Gracias Manel por tu comentario. Ayer fuimos a celebrarlo a la residencia en la que vive y todos los residentes se alegraron de la celebración.
EliminarÚltimamente me he acostumbrado al contacto con ancianos porque Collserola es también geriátrico y a los mayores también les hacen fisioterapia.
A mi edad, es toda una experiencia aprender cómo se vive en la recta final de la vida. Es algo más que he aprendido gracias a mi accidente.
Un abrazo.
Santi