Comentaba el otro día cómo practico el juego de ajedrez por prescripción facultativa y que con frecuencia elijo las piezas negras por resultar más fácil jugar a la contra tratando de evitar la victoria del contrario.
También comenté días atrás la obviedad de que resulta más fácil correr que pensar
Por eso, Aunque pueda resultar más fácil, jugando con negras no ejercito la iniciativa y las funciones ejecutivas (FF EE) que es el objetivo de practicar este deporte.
En más de una ocasión he comentado mi escaso interés por el deporte llamado de masas fútbol.
Mi participación en el equipo de papifútbol del colegio de los nenes fue una cuestión de compromiso para integrarnos padres e hijos en una escuela nueva a la que nos habíamos incorporado con algunos años de retraso y en la que la lengua vehicular era el alemán, idioma que nos resultaba completamente ajeno.
Consciente de mis nulas capacidades para este deporte, me limité a tareas organizativas ya que mi presencia en el terreno de juego sólo servía para que otro compañero pudiera descansar.
Aunque alguno de nuestros jugadores tenía buenas cualidades, yo sólo podía jugar a romper el juego del contrario.Algo así como jugar con negras: Dejar que el rival lleve la iniciativa y cortar sus posibles jugadas de peligro.
Aun cuando personas que entienden de fútbol mucho más que yo tienen una opinión totalmente contraria a la mía, en el caso del fútbol lo que me gusta son las jugadas de ataque y los goles.Otros gustan de contemplar la estrategia del juego defensivo.
Es por eso que no me gusta el juego que acostumbran a practicar lo equipos italianos.
Es así como hace unos días al regresar a casa me encontré a la familia al completo mirando el partido españa- Italia por lo que me animé a hacerles compañía.
Una y otra vez, los españoles se estrellaban contra la muralla defensiva italiana hasta que a pocos minutos del final, el español Morata consiguió igualar el marcador y forzar la prórroga.
Parecía que los transalpinos ya no tenían más intención de seguir jugando y sólo esperaban a que terminase el tiempo reglamentario y decidir el resultado en la lotería de los penaltys, como así fue.
No pude evitar pensar que jugar contra italia es como sufrir un ictus: Encajas un gol tempranero y luego juegas a conseguir sobrevivir y salir de la UCI.
Si lo consigues, vas a la prórroga hasta conseguir el alta hospitalaria.
A partir de ahí, dedicas todos tus esfuerzos a recuperarte de las secuelas que te ha dejado el ictus.
Pero por muchos goles que marques, el partido no dura eternamente sino que, estés como estés llega un momento que se pita el final del partido y te vas.
Habrías jugado de forma muy diferente si no hubieras encajado aquel gol. Tal vez incluso habrías tenido ocasión de lucirte y mostrar todas tus virtudes pero te tocó jugar con el marcador en contra y todo lo que hayas conseguido (mucho o poco) merece ser valorado.
Después de todo, algo debiste hacer mal para encajar aquel gol tan al principio del partido.
Entre mis compañeros de terapia es frecuente comentar que estamos en tiempo de descuento.
HOLA SANTI, HE VISTO POR TU ESCRITO QUE ESTAS EN PLENAS CONDICIONES DE JUGAR AL AJEDREZ, NO ASI DE FUTBOL POR TUS ACTUALES MOTIVOS.
ResponderEliminarA MI TAMBIEN ME GUSTA EL AJEDREZ Y AUNQUE COSIDERO QUE ESTOY COMPARADO CONTIGO EN INFERIORIDAD DE CONDICIONES, TE RETO A JUGAR UNA PARTIDA POR ESTE MEDIO SI ES QUE SABES COMO HACERLO, PUES YO NO TENGO NI IDEA DE COMO EFECTUARLO.
EN CUANTO AL FUTBOL NO ESTAMOS EN CONDICIONES DE PRACTICARLO NI TU NI YO, PERO SI OPINAR DE PROXIMOS PARTIDOS.
UN ABRAZO
MANEL
Gracias Manel por tu comentario. Pero me temo que ni un deporte ni el otro. El fútbol está claro por qué pero el ajedrez me temo que tampoco.
EliminarAdemás de que no sé cómo se puede jugar online, para jugar es necesario ser muy agresivo y eso es algo que no me saldría contigo por lo mismo que no me sale con mis hijos.
Un abrazo.
Santi