Comenté hace unas semanas que
habíamos llevado a Peny- que estaba en celo- con el perro del vecino de
Cambrils ya que son de la misma raza.
Pasadas las semanas
correspondientes, se ha producido el feliz acontecimiento y ha traído al mundo
a sus cachorros.
Finalmente fueron 5 pero uno de
ellos vino en bastante mal estado y sólo sobrevivió unas horas.
Me gustaría poder poner sus restos mortales a disposición de los genetistas caninos por si podían averiguar algo a partir de ellos. Sin embargo, ignoro qué ha podido ser de tales restos, de modo que no podrá ser
Me gustaría poder poner sus restos mortales a disposición de los genetistas caninos por si podían averiguar algo a partir de ellos. Sin embargo, ignoro qué ha podido ser de tales restos, de modo que no podrá ser
Los cachorros de Peny y yo,
además de ser mamíferos, tenemos en común idéntica preocupación por la unidad
de España.
Análogamente, tales cachorros
comparten con todos y cada uno de los miembros del Govern de la Generalitat idéntico interés
por los problemas reales de los ciudadanos de Catalunya.
Comenté también con ocasión de la
confirmación de los comestibles mi enfado con el Espíritu Santo por haberse dedicado últimamente a visitar a
todas mis terapeutas e incluso a una de mis médicos rehabilitadoras (la doctora
abC). Ya he comentado más arriba que la concepción de Peny poco debe haber
tenido que ver con el Espíritu Santo y sí mucho con el perro del vecino, pues Peny no
es – ni puede ser en ningún caso- creyente ya que carece de la capacidad de
razonar (es una perra) y – probablemente – hasta de alma. Tampoco creo que
tenga mucho que ver el Espíritu Santo con los embarazos de mis terapeutas
quienes conviven todas con una pareja masculina. La epidemia de embarazos
comenzó hace ya mucho tiempo cuando yo
todavía estaba en la Guttmann.
Creo recordar que la primera en
caer fue Mireia, terapeuta ocupacional (T.O.).
Como en aquellos tiempos yo aún
no era consciente de mi incontinencia verbal, le solté sin pensar: Sí es verdad
que se te han inflado las tetas y se te han puesto de premamá.
Luego ya en la uen, fueron por
este orden: Mar, Paula, (neuropsicos) Miriam (fisio) y, la última, aún de baja,
Raquel (T.O.). Lo cierto es que iban
despareciendo por una temporada y, al regresar, contaban, he tenido una nena.
Ese hecho me hacía pensar que sí podía ser obra y gracia del Espíritu Santo.
Es biológicamente posible que una
hembra de mamífero se quede embarazada sin necesidad de aparearse con un macho.
Ese fenómeno se denomina partenogénesis virginal y
es el método habitual de reproducción en algunas especies animales. Al no haber
intercambio genético, no obstante, la cría es idéntica a la madre por lo que
sólo puede ser una hembra.
Aunque los bebés de Peny no sean objetos de su propiedad, han representado unos Reyesadelantados para los comestibles.
Santi con uno de los bebés de Peny |
Hola, Santi. Recibe un saludo bien fuerte de uno que también pasa mucho tiempo sin hacer nada importante. Verdaderamente, si tuviera más tiempo, me gustaría poder dedicarme a ver a mis antiguos compañeros de escuela y de trabajo. Hace tanto tiempo que no los veo, que de algunos no recuerdo ni la dirección. Me gustaría recordarla para poder volver a saludarlos. Un abrazo. Josep Lluis.
ResponderEliminarGracias Josep Lluis por tu comentario.
EliminarLa verdad que mis limitaciones de movilidad provocan que mi vida social haya quedado también muy mermada. A veces me llegan correos de amigos a los que me gustaría ver pero no me atrevo a quedar con ellos porque creo que no sería una buena compañía.
Un abrazo.
Santi