jueves, 1 de abril de 2021

Victimismo

No. 

Aunque lo esté pidiendo a gritos, no voy a hablar del victimismo nazi-onal supremacista que ha dado origen a la revolución del 3% por causa de los trece mil stecientos millones de años de opresión de España contra Cataluña.

Tampoco me centraré en el victimismo del FC Barcelona, reflejo, sin duda de la sociedad catalana y que nos tiene acostumbrados a lamerse las heridas permanentemente y, cuando por fin llega un entrenador con espíritu ganador, - Johan Cruyff, - se lo cargan para que no cambie las buenas costumbres.

No obstante no olvidaré mencionar una particularidad del Mundo del fútbol.

Alguien dijo que el fútbol es un deporte de pelota en el que juegan once contra once y al final ganan los alemanes.

La versión culé de esta definición es que el fútbol es un deporte de pelota en el que juegan 11 contra 11 y al final el árbitro le roba la victoria al Barça.

Pero no. No es éste el victimismo del que vengo hoy a hablar sino del victimismo en el que con frecuencia caemos quienes hemos sufrido un daño cerebral adquirido (dca).

Hablaba hace unas semanas de la importancia de asumir las propias limitaciones derivadas de las secuelas del dca.

Hasta ahí bien. Asumible. Sin embargo, para las personas que te rodean resulta mucho más complicado. En cierta ocasión me confesó un terapeuta la imposibilidad de ponerse en el lugar de la persona que sufre la diversidad funcional.

Y eso es extensible a las personas que quieres y con las que convives todos los días.

Si bien llegan a aceptar tu errático comportamiento, existen muchos detalles de difícil aceptación.

- Alguien ha visto mi tal?

-Pero si lo tienes delante!!

Cierto que con el tiempo he ido aprendiendo a compensar las limitaciones. Por ejemplo mirando a la izquierda o dando toda la vuelta para recoger del suelo un objeto que ha quedado fuera de mi alcance pero al tratarse de comportamientos aprendidos y no instintivos, es frecuente que te olvides de ellos para desesperación de quienes te rodean que llegan a pensar que no pones suficiente interés por mejorar cuando no que los desastres los causas a propósito.

En el caso de mi imagen personal, en una ocasión confesé a mi AP que nunca había sido muy cuidadoso con ella a lo que me respondió que, aunque así fuera, eso era un lujo que ahora ya no me lo podía permitir.

Al ponerte la ropa con una sola mano, la simetría en el vestido no sale de forma natural por lo que es inevitable tener que repasarte una y otra vez a ver cómo has quedado.

Con o sin victimismo, el FC Barcelona ha vivido instantes épicos como este gol de Koeman el 20 de mayo de 1992 que representó la primera copa Champions de la historia del Club


2 comentarios:

  1. HOLA SANTI, MIRA POR DONDE HOY VOY A TERMINAR MUY PRONTO TU LARGO ARTICULO Y POR FAVOR SI PUEDES DIME CLARAMENTE SI ES VICTIMISMO O REALIDAD.
    UN ABRAZO
    MANEL

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    Respuestas
    1. Gracias Manel por tu comentario.

      Lo cierto es que a veces sí caigo en el victimismo al sentirme incomprendido por la dificultad que representan mis limitaciones para las personas que quiero.
      Un abrazo.
      Santi

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