domingo, 29 de diciembre de 2013

29 de diciembre


Como cada año en esta señalada fecha me dedico la entrada a mí mismo por ser mi cumpleaños.
Es desde siempre para mí este día jornada de nostalgia por el tiempo que va pasando y las cosas que me quedan por hacer. Desde mi accidente, además se ha añadido el recuerdo de mis cumpleaños pasados en los centros sanitarios de los que algunos tuve consciencia pero de otros no. Vienen a mi recuerdo, en particular, la alegría que en esos días me producía la visita de la familia y, en especial los regalos que me traían los comestibles. En general, postales redactadas y decoradas por ellos mismos, una de las cuales me acompañó durante toda mi estancia en la Guttmann y otras decoran actualmente mi despacho.
El año pasado comenté que había llegado al medio siglo, así que éste son 51, de modo que, en el mejor de los casos, ya he vivido la mayor parte de mi vida.
Esperando no aburrir al lector, puesto que esto es un diario, permítaseme reflexionar en voz alta sobre lo que aún espero de mi futuro.
Aunque sufro algunas limitaciones físicas por mi accidente, para nada doy mi vida por terminada, más bien al contrario continúo con proyectos más o menos realistas (desde luego, no me he propuesto subir al Everest ni al Matterhorn, ni siquiera al Aneto, ni llegar caminando al Polo),  tampoco crear una empresa, ni aún volver a enseñar en la Universidad pero sí trabajos de creación de conocimiento, así como escribir mis memorias de las que ya llevo redactadas varias decenas de páginas y convertir, algún día este blog en un libro. Un libro de esperanza para todos quienes se hayan visto afectados por  ictus o sus familiares. Vamos, que tengo asumido que ya nunca dejaré de escribir hasta que mi cerebro deje definitivamente de funcionar o que no disponga de ninguna mano para pulsar el teclado.
Ya he dicho en otras ocasiones que no pretendo- ni podría- ser ejemplo para nadie – salvo los comestibles- de cómo enfrentar la vida ante las adversidades que llegan por sí solas sin necesidad de ir a buscarlas. Aunque ya he dedicado alguna entrada a proyectos de futuro, creo que hoy es un buen día para repetirme.
Viajar, he viajado un poco con Menchu, llegando a pisar una cuarentena de países aunque, pernoctar, sólo deben haber sido una treintena.
Las excusas que suele exponer la gente de por qué no viaja son: Tiempo y dinero.
Si hay algo que ahora me sobra es tiempo pero, desde luego, no dinero.
Mientras siga trabajando de paciente espero que mi condición física siga mejorando, si no es así los fisios me darán el alta (se me quitarán de encima), pues a nadie gusta trabajar sin resultados.

El día que consiga mover brazo y mano izquierdos, yo mismo me daré por curado y puede que hasta me ponga a buscar trabajo como algún compañero de terapia que llegó a estar peor que yo (Nacho).
Celebración de mi 30 cumpleaños  (29/12/92) con familiares y unos amigos en la casa que vivía entonces.


2 comentarios:

  1. HOLA SANTI.- EN PRIMER LUGAR FELICITARTE POR TU CUMPLEAÑOS, AL MISMO TIEMPO QUE DESEARTE CUMPLAS MUCHOS MAS, EN COMPAÑIA DE TODA TU FAMILIA.
    DE OTRA ENTRADA A ESTA NOTO UN GRAN ABISMO EN TU ANIMO, PUES EN AQUELLA DECIAS ALGO REFERENTE A TU EDAD Y DE LOS MOMENTOS DE TU VIDA, EN RESUMEN, MAS PESIMISTA QUE ACTUALMENTE QUE HABLAS DE PROYECTOS, DE LO CUAL ME ALEGRO MUCHO, MUCHO
    YO CONOZCO ALGUIEN CON 35 AÑOS MAYOR QUE TU Y QUE NO SE RINDE. ESPERANDO QUE NO VENGA ALGO EXTERIOR Y LO FASTIDIE TODO.
    ASI QUE ANIMO SANTI, QUE MEJORAS CADA DIA Y TIENES DETRAS UNA GRAN FAMILIA, QUE DEBES CUIDAR DE ELLA.
    FELICIDADES
    Manel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Manel por tu comentario y buenos deseos.
      Es a ti a quien también tengo que agradecer mucho de lo que he ganado, pues sin tus lo que tú me has animado andaría mucho más flojo de optimismo. Gracias.
      Un abrazo.
      Santi

      Eliminar

Comentarios y entradas