sábado, 19 de abril de 2014

New York New York


Corría por la Guttmann un juego de palabras  sobre esta ciudad que nunca tuve oportunidad de conocer.
Consistía en:
-¿Cómo debemos llamar a la capital de USA New York o Nueva York?
- Respuesta: A la capital de USA yo la llamaría Washington.
Pero hoy no vengo a hablar ni del chiste ni de la ciudad, sino, como siempre, de mí y mis circunstancias.
En mi empeño por ser cada día más independiente, llegadas estas vacaciones de Semana Santa, Menchu y los comestibles se han ido para allí.
He de confesar que me habría gustado poder ir. No sólo por disfrutar de la familia en momentos de asueto sino también porque se trata del único lugar de los USA que me atrae. No soy antiamericano como podría parecer pero sí es verdad que me siento saturado de información procedente de ese país.
De allí, conocer, sólo conozco Miami y una vez hice escala en Los Angeles pero no tuve tiempo de visitar nada
Sin embargo, debo ser realista. Además del coste económico que representa un cuarto pasajero, creo que una ciudad como Nueva York debe visitarse caminando y, aunque camino, mi velocidad de desplazamiento y mi capacidad de resistencia acabarían siendo un lastre para los demás.
En Barcelona, cuando me canso de caminar, paramos un taxi y asunto concluido, pero eso mismo en Nueva York no parece tan fácil.
Como ciudad moderna que es, intuyo que está muy bien adaptada para discapacitados pero tampoco veo cómo llevar mi  farolítica silla autopropulsada de color rojo Ferrari (120 Kg) y la manual obliga a Menchu a arrastrarme por toda la ciudad ya que yo no puedo empujar con una sola mano, cosa que ya sucedió en Sendaviva cuando mi caminar era excesivamente lento.
Así que nos hemos decidido por la opción más sensata: Yo me quedo aquí con mi AP y ellos a conocer mundo que bastante hipotecada tienen su vida por mi causa.
Esto también me enseña la imperativa necesidad de ganar forma física para que la próxima vez sea diferente.
Realmente, me alegro mucho que puedan hacer esta escapada. Mi vida sólo tiene sentido por ellos así que, si ellos son felices, yo también lo soy.
Algo que sí echo de menos de mi anterior etapa vital es la fotografía. Cuando íbamos a cualquier sitio, yo sufría síndrome japonés tomando fotos de todo. Pero como purista que era de esa afición, sólo usaba cámaras totalmente manuales: Enfoque, encuadre, diafragma, velocidad, sensibilidad de la película, selección de objetivo, etc. Eso se ha convertido actualmente en un problema pues, con una sola mano no puedo controlarlo todo a la vez. Supongo que debería pasarme de una vez a la fotografía digital y comprarme una cámara auto-todo y olvidarme de la parte romántica del hobby.
Sin embargo, ahí sí que pesa el factor económico pues un equipo de esas características vale una pasta (supongo). Creo que ahora las cámaras incluso llevan GPS para no tener que recordar dónde se tomaron. Respecto a estas cuestiones, mi excompañero de trabajo y buen amigo Bigas (seguidor de este blog y yo del suyo) tiene unos cuantos artículos en su blog con muy buenos consejos
Nunca tuve afición por el vídeo aunque sí realicé algunos con el teléfono en la época futbolera de la Ricola Mecánica y de excursiones familiares que luego colgaba en youtube
Una vez reveladas las fotos, me entretenía unos días seleccionando y documentando los positivos colocándolos en un álbum.
Para colgarlas en la red, me veía obligado a digitalizar las imágenes con un escáner

Es así como con los años he conseguido un documento gráfico que  contiene nuestros casi 25 años de matrimonio además de la primera infancia de los comestibles.
Esto último tiene un problema y es que, cuando repasamos tales fotos, a Carolina le entra nostalgia y se pone a llorar: “Yo no quiero crecer”, “Yo quería seguir siendo un bebé”

Esta canción y su intérprete no creo que necesiten  presentación

Menchu en el mercado flotante de Bang-kok durante nuestra Luna de Miel(Octubre de 1990). Lejos queda la época en que me podía tomar el tiempo que quisiera para capturar una foto

2 comentarios:

  1. ¡Hola Santi! Me alegra mucho que puedas viajar, porque hay que conocer mundo, eso te hace más culto. Yo no he estado nunca en Nueva York, pero es una ciudad que me gustaría conocer; con todos esos rascacielos, debe ser impresionante verlo y sobre todo filmarlo o fotografiarlo, para que no se te olvide nunca. ¡Hasta luego Santi!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Barbi por tu comentario pero veo que no me he explicado bien. Estoy de acuerdo contigo sobre lo positivo de viajar pero en este caso, quienes se han ido de viaje son la familia. Yo me he quedado en casa.
      La buena noticia es que tal situación ha sido posible gracias a que mi mejoría me permite quedarme sólo y que ellos pueden disfrutar de un viaje sin necesidad de preocuparse por mí.
      Hace un par de años esta situación era inimaginable porque yo era tan dependiente que no podían irse a ningún lado y dejarme en casa, así que tenían su vida completamente hipotecada por mi culpa.
      De todos modos tampoco estaba completamente sólo porque mi asistente me cubría las necesidades básicas. La situación de poder prescindir de mi asistente ya es ciencia ficción.
      Un abrazo.
      Santi.

      Eliminar

Comentarios y entradas