lateralidad

Cuando se sufre una hemiplejia, se produce una limitación motora en uno de los hemisferios corporales. En mi caso, ha sido en el lado izquierdo. En eso he tenido suerte, ya que soy diestro. Peor lo tuvo un compañero de la Guttmann, Vicente, que le afectó el lado derecho y, cuando ya había aprendido a ser zurdo,  ocho años después, le pasó en el lado izquierdo y tenía que aprender a ser diestro otra vez.  Al fallar uno de los lados, acabas forzando el otro. Ya he explicado en  otra entrada de este blog que mi antigua lesión de codo de tenista se me reprodujo en el lado derecho por haberlo forzado. También  utilizo más el lado derecho para masticar y eso me produjo hace un par de meses la rotura de un premolar del maxilar superior derecho. Esta semana, el jueves, me han puesto una funda de cerámica para evitar perder completamente la pieza. A base de prótesis, tubitos y placas, como dice mi hijo Santi, poco a poco me voy convirtiendo en un cyborg.  Antes, por motivos de trabajo, viajaba mucho en avión. Si lo hiciera ahora, tendría serios problemas para pasar los controles de seguridad de los aeropuertos ya que llevo cacharrería instalada por todas partes. Y ahora explícale al vigilante que llevo una placa de titanio en el cráneo y una funda dental  de cerámica con placa de aleación para asegurar su dureza. Como siempre intento ver el lado positivo de las cosas, le dije al dentista, la ventaja es que, si me asesinan, no necesitarán muestras de ADN para reconocer mi cadáver (mucha tele veo últimamente).   Santi era diestro pero a los dos años se rompió el brazo derecho y, desde entonces, se volvió zurdo.

 

La lateralidad es la preferencia que muestran la mayoría de los seres humanos por un lado de su propio cuerpo. El ejemplo más popular es la zurdera. También puede ser aplicado a los animales y a las plantas.

                                                                    

Addendum lunes 16 de abril de2012-04-27

 Hoy, la Dra. Bascuñana me ha detectado que mi lesión de codo no tal de tenista sino que es un osificación paraarticular. Por lo que he podido leer, se ve que es una secuela muy común en las lesiones medulares (que no es mi caso). Es por eso que me sorprende que en la Guttmann (que se creen los reyes de la lesión medular) no fueran capaces de diagnosticarlo.

La doctora Bascuñana sólo ha necesitado un comentario mío para saber qué prueba me tenía que hacer (una radiografía) y me ha podido hacer un diagnóstico que allí fueron incapaces de hacer en los 6 meses que estuve.

Como ellos lo hacen todo bien, su postura es que si el paciente no puede moverse, es porque no se esfuerza lo suficiente y tienen que darle el alta (echarlo)