domingo, 26 de enero de 2014

Sanidad pública

No.
No voy a entrar en el debate sanidad -pública/sanidad privada.
Tampoco voy a hablar del presunto proceso de privatización de la Sanidad Madrileña
Eso se lo dejo a blogeros más capaces y mejores conocedores de las peculiaridades de la Comunidad de Madrid que yo como son mis buenos amigos y seguidores de este blog (y yo de los suyos) Bigas y Manel. Simplemente quisiera rendir un homenaje a los profesionales de la sanidad pública que me han tratado y, no sólo han salvado mi vida sino que, además, me han encarrilado en la senda de la rehabilitación  para que mi vida no terminara – de facto-  en mi quinta década.
Oficialmente, un tratamiento de ictus dura un año y, como se ve por las fechas, la sanidad pública española a mí me lo ha dedicado.
Lo que no creo que entre en esa estimación temporal son las múltiples infecciones y complicaciones que sufrí tras la intervención inicial.
Como últimamente leo todo lo que pillo sobre ictus, en algún lugar leí que el primer año de tratamiento de un afectado por ictus cuesta 27.000 euros.
Desde luego, en mi caso seguro que se los han gastado.
Desde que me atendieron en el hospital Clínic de Barcelona a los pocos minutos del suceso hasta que me dieron el alta definitiva en Guttmann en septiembre de 2010 pasé muchos meses atendido y tratado por profesionales que pusieron lo mejor de sí mismos para que me recuperara.
Yo no puedo recordarlo pero las personas que me acompañaban aseguran que en urgencias me trataron enseguida. Nada de leyendas negras sobre las urgencias de los hospitales y nada de tenerme en una camilla abandonado agonizante horas y horas.
Tengo que reconocer que en el Clínic la alimentación era de hotel de 5 estrellas. No así en la Guttmann donde, además, como venía malacostumbrado del Clínic, me pareció bastante mejorable.
Nada puedo decir de la alimentación durante el período que permanecí en la UCI del Clínic, pues la mayor parte del tiempo estuve en coma y me alimentaba por sonda naso gástrica.
Creo haber comentado ya que salí de la UCI con los brazos cruzados sobre el pecho como una momia egipcia, con lo que mi dependencia era absoluta.
Allí tuve un fisioterapeuta (Jordi) que consiguió que pudiera utilizar el brazo derecho con lo comencé a gozar de cierta autonomía. No se en qué momento llegué a conseguirlo pero sí recuerdo que a los Reyes de 2010 les pedí poder tocarme la nariz. Supongo que debí de portarme bien porque me lo concedieron.
La ventaja del brazo derecho sobre el izquierdo es que mi cerebro sí sabe que existe  con lo que moverlo es simple cuestión de esfuerzo. No obstante, dejar de tenerlo inmovilizado sobre el pecho sí requirió dolorosas sesiones de fisioterapia, además de toxina botulínica, para poder llegar a utilizarlo.
Luego en la Guttmann me sometieron a agotadores ejercicios que me permitieron, definitivamente, disponer de al menos un brazo.
No fue hasta que la Bascu me mandó las pruebas correspondientes que se detectó que durante mi estancia en coma se me había producido una osificación periarticular en el codo derecho que me impide estirar el brazo completamente.

La única solución a tal osificación es la intervención quirúrgica pero la propia Bascu me lo ha desaconsejado por tratarse de una intervención muy invasiva y sangrante y con escasas garantías de éxito.
Además de los facultativos, del Clínic debo mencionar algunas enfermeras que me cuidaron con afecto durante los meses que allí permanecí.
En particular, tengo muy buen recuerdo de María con quien me he reencontrado en la piscina haciendo hidroterapia a consecuencia de una reciente operación de fémur que ha sufrido.
Iris- una jovencita que me hacía tilín- y Julia fueron otras enfermeras que me cuidaron  con esmero.
Como – con seguridad – me dejo algún nombre, pido disculpas a quien llegue hasta aquí y se sienta olvidad@.
Ya en la Guttmann fui recibido por sanitarios y terapeutas que me dedicaron su esfuerzo para que alcanzara la máxima autonomía.
Como no podría ser de otra manera, el trato de alguna persona podría encajarse en la categoría de mejorable aunque, en compensación, también tengo que reconocer que  tampoco yo soy el paciente perfecto. Comprendo que para un fisioterapeuta tiene que ser desagradable escuchar los constantes quejidos de un paciente
Cierto que he tratado de esforzarme en dar el menor trabajo posible a las personas que me han atendido pero, como me dijo recientemente un fisio, siempre se puede hacer más.
Además, el hecho de sentirme cansado no es indicativo de que estoy al límite pues mi resistencia deja mucho que desear y me canso con suma facilidad.
Aunque mi tratamiento actual  en la uen de Collserola e hidroterapia en la piscina Joan Miró está fuera de la sanidad pública, sigo consumiendo fármacos a costa de la Sanidad Pública, aunque cada vez menos.
La asistencia sanitaria de mi médico rehabilitador – la Bascu-  no me cuesta dinero porque Menchu es médico y entre colegas no se cobran .Pero como no sólo de juramento hipocrático viven los médicos, la Bascu se gana la vida realmente como directora del servicio de medicina física y rehabilitación del Hospital de Sant Pau, en el sistema público de Salud.
Por sus manos pasamos decenas de pacientes con afectaciones neuro o traumatológicas.
También los neurocirujanos que me intervinieron cuando estuve mal y ahora siguen mi caso (los doctores Chamorro y Poblete están en nómina de la Seguridad Social.
También estoy en proceso de análisis urológico en la Fundación Puigvert,  del sistema público de salud
Con esta realidad en las manos, se me abren las carnes cuando veo una película o serie de Hollywood en que el protagonista tiene que acceder al hospital con la póliza de seguros o la tarjeta de crédito en la boca si quiere que no le dejen morir.
En estos tiempos de desmontaje del llamado Estado del Bienestar para poder montar un Estado propio, me inquieta la posibilidad de perder estos beneficios por una cuestión de sentimientos que no comparto.
Como pensionista que soy, sí estoy convencido de que el narco-estado bananero independiente de Catalunya no podrá pagar las pensiones aunque discrepo respecto de quienes opinan que desaparecerá la Sanidad Pública.
No sólo no desaparecerá sino que se incorporarán al sistema público de salud fármacos que actualmente quedan fuera de él ¿cuáles?  El primero, el cannabis terapéutico y, además, la eutanasina que actualmente no está cubierto por la sanidad pública por el simple hecho de no existir.
Y es que el único tratamiento que cubrirá la Sanidad Pública en una Catalunya Independent será la eutanasia.
Tal tratamiento será gratuito y universal para todos los ciudadanos aunque obligatorio sólo para los pensionistas mayores de 50 años (me incluyo) o para quienes no puedan acreditar suficiente pedigrí catalán (me incluyo también).
También para quienes no comulgamos con la religión nazi-onal-catalanista y ponemos en cuestión las Verdades Absolutas que proclama.
He comentado esta visión negativa mía del futuro de la Sanidad Pública en el narco-estado bananero propio de Catalunya  con varios profesionales de la misma y, si bien todavía se están riendo, ninguno me lo ha negado

4 comentarios:

  1. HOLA SANTI.- DE MAS CAPACES NADA DE NADA, POR LO MENOS EN MI CASO.
    EN CUANTO A LA SANIDAD ME INCLINO BASICAMENTE POR SER DE JUSTICIA POR LA PUBLICA Y GRATUITA, ESO SI, BIEN DIRIGIDA Y SIN ABUSOS-
    ESTOY PENSANDO QUE ULTIMAMENTE Y EN POCO TIEMPO HE ENTRADO EN QUIROFANO EN CUATRO OCASIONES, PARA SUFRIR SENDAS OPERACIONES, PROSTATA, HERNIA ESTRANGULADA, OTRA HERNIA AFECTADA POR LA ANTERIOR Y ROTURA DE FEMUR MAS UNA ROTURA DE CLAVICULA QUE BASTO CON UNA INMOVILIZACION.
    SI TODO ESTO HUBIESE TENIDO QUE PAGARLO, NO QUIERO NI PENSAR COMO LO HUBIERA SOLUCIONADO
    POR TODO ELLO ME INCLINO POR LA SANIDAD PUBLICA Y GRATUITA.
    PUES LOS QUE NOS DEBEMOS A UN SUELDO O PENSION, YA HEMOS SUFRIDO BASTANTES RECORTES, PERO NO LOS SUFICIENTES SEGUN BRUSELAS.
    UN FUERTE ABRAZO Y ACUERDATE DE MI BLOG.
    Manel

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    1. Gracias Manel por tu comentario. Ciertamente, la sanidad pública es uno de los pilares básicos del Estado del Bienestar. <Ese Estado que tienen que desmontar para poder construir un Estado Propio.
      Discrepo de lo que dices que Bruselas nos impone aún más recortes. Creo que los recortes son consecuencia de la pésima gestión de lo público que ha llevado a cabo la Generalitat. Por eso me aterra la idea de una Catalunya independent gobernada por los mismos que han vaciado las arcas públicas para su enriquecimiento personal.
      Un abrazo.
      Santi

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  2. HOLA, SANTI NO TE´N RECORDES UNA CLINICA (LA MAJORIA ESTAVES EN COMA, NO PASSES RES) I INSTITUT GUTTMANN, JO VAIG ESTAR 6 MESOS EN COMA A L´HOSPITAL DE LA VALL D´HEBRON I DESPRÉS DOS ANYS INGRESSADA, UN DIA DESPERTAVA EXERCICIS DE LOGOPEDA I UN FISIO.ES.... ESTAVEN ALTA MEDICA DESPRÉS ESTAVA MILS OPERACIONS, SÓC ROBOT. ERA EN TRIAS METGE D'OPERACIONS, MOLT BÉ I VA MORIR DEL COR. COM ERA OPERACIO LA MÀ ESQUERRA NO PUC LA MÀ DRETA. TINC 44 ANYS EL 7 D´AQUEST MES. FA 28 ANYS ERA EL MEU D'ACCIDENT. D'AQUEST ANY QUE FA 13 ANYS ESTIC A TRACE CADA DE DIA D'APENDRE!!!!!!!. TEMPORAL NO VINDRÉ DE TRACE QUE LA MEVA GERMANA NÚRIA ÉS BAIXARÀ DE TREBALL D'ADVOCADA EL BUFET A BARCELONA QUE ESTÀ EMBARASSADA, NO PASSA RES.

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  3. Gracias Marta por tu comentario.Ignoraba que hiciera tanto tiempo de tu accidente.Veo que todos seguimos más o menos trayectorias similares: Primero hospital, con operaciones y coma y luego una larga temporada en la Guttmann, de donde nos vamos a casa y a seguir con la rehabilitación. Así hasta que nuestros terapeutas nos digan que ya no vamos a mejorar más y lo dejemos definitivamente.Luego a jubilarnos y tratar de envejecer lo más lentamente posible, que yo en mis terapias me encuentro con ancianos que nunca han dejado la rehabilitación desde que sufrieron un accidente hace ya muchos años.
    Un beso.
    Santi

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