Yo me manifesté contra la Guerra de Irak

Pero no volvería a hacerlo.

Crecí en una España donde reinaba un fresco general procedente de Galicia (La Codorniz dixit) de modo que todo lo militar era intrínsecamente malvado y perverso y la única finalidad del ejército español era mantener al Dictador en el poder.
Por haber nacido todos los hermanos fuera de España, nos escaqueamos de lo que era el servicio militar.
Mi único contacto con el ejército español fue mi temprano interés  por la tecnología que me llevaba a visitar cuantos barcos de la Armada Española atracaban en el puerto de Barcelona.
Las batallitas de quienes sí habían hecho la Mili, no despertaban para nada simpatía hacia la institución castrense y todos coincidían en que la mili era una pérdida de tiempo.  Recuerdo un compañero de los últimos cursos de la Licenciatura de Física, que ya era Licenciado en Matemáticas  que me explicaba que todo lo que había aprendido en la Mili era a hacer pan.
Cuando iba a ver barcos, siempre lo hacía acompañado por mi hermana Clara para convencer al soldado de guardia que me permitiera acceder al barco.Ya no suelen venir tales barcos y en los tiempos que corren supongo que se consideraría no ya provocación sino incluso una agresión del opresor Reino de España hacia la maltratada Catalunya y se montarían manifestaciones de rechazo a su presencia en el "Moll de la Fusta". El President de turno ( si alguna vez llegan a investirlo) protestaría enérgicamente por la agresión y hasta lo denunciaría ante la ONU aunque las carcajadas de este organismo llegaran a escucharse desde aquí.
No protestaría, en cambio, la entidad portuaria que estaría encantada de pasarle una jugosa factura al Ministerio de Defensa por los servicios prestados.
 El guardia de la puerta lo pasaría mal él solito ante una muchedumbre enardecida haciendo ademán de zampárselo y abordar el navío. ( no creo que la marinería tenga formación ni equipo antidisturbios).
Fue así como llegué a visitar varias fragatas portamisiles (Cataluña, Andalucía), el porta-aeronaves Dédalo e incluso submarinos. Recuerdo uno con el cachondo nombre de "No hay Quinto malo".
Recuerdo publicidad de cuando era pequeño: "Muchacho, La Marina te llama" y te ofrecían formación /trabajo como técnico especialista de la Armada. En la empresa de informática en la que trabajé 15 años tuve compañeros técnicos de mantenimiento que así se habían formado, consiguiendo ser - no sólo técnicos especialistas en Electrónica sino que además habían aprendido Inglés y habían conocido mundo navegando por los siete mares. Tengo constancia de al menos dos seguidores de este blog ( Jaime Paco C. y Francisco M.) que han pertenecido a la Armada Española aunque ignoro si su vía de acceso a la misma fue como técnico especialista. Supongo que en el caso de Francisco M. no es así ya que es oficial en la reserva. Con él comparto el interés por las Glorias del Imperio Español en el Nuevo Mundo.
Quien también perteneció a la Armada fue mi buen amigo Alberto C. de quien ya hablé en otra ocasión recordando el mal trago que tuvo que pasar al visitarme en coma. Alberto accedió a la Armada por la vía de las Milicias Universitarias. Acabado el servicio Militar y con el grado de Alférez, su afición por el Mar le llevó a reengancharse en la Armada como oficial.
Sin embargo, sintió que el Ejército no aprovechaba sus conocimientos de Ingeniero Industrial por lo que decidió reintegrarse a la vida civil y ejercer la profesión para la que se había preparado. El mando como oficial, acompañado por un Máster en dirección de Empresas le sirvió para ser Director General en una fábrica del sector metalúrgico con lo que acabamos ambos en el mismo sector ya que mi convenio era el de comercio del metal, cosa que no me parecía mal puesto que al hardware nos referíamos con el término de hierro.
Precisamente con Alberto -y no sólo con mi hermana  Clara- visité algunos de los buques de la Armada atracados en Barcelona.
Pero volvamos a la Guerra de Irak.
Aunque luego se demostrara falso, el Presidente Bush de USA convenció a su pueblo de que en Irak habían armas de destrucción masiva.
En cambio, el Presidente del Gobierno de aquí ( Aznar-López), lo único que dijo puede resumirse como sigue:
Sufro un insoportable complejo de inferioridad y mi psicoterapeuta me ha dicho que - para superarlo - necesito montar alguna gorda. También me ha dicho que las invitaciones de Bush a su rancho me hacen mucho bien pero éste me ha dicho que si no le apoyo no me volverá a invitar a su rancho de Texas ni me dejará poner los pies encima de la mesa.
Por todo lo cual:
Me voy a Las Azores a declararle la guerra a un país que nada nos ha hecho. Ya se que es una guerra que la vamos a perder puesto que no tenemos medios para ganarla y, toda guerra que no se gana, se pierde.
Tan  mal lo hizo, que hasta yo, que no había ido nunca a una manifestación, me apunté a las manifestaciones contra la guerra, y no sólo eso, lo hice cargando a Carolina ( entonces 3 años) a mi espalda con mi mochila porta-bebés.
También dejó hipotecado al gobierno que le sucedería y a todos los siguientes  que no se atreverán a nada mientras los kalashnikov no suenen por nuestras calles.
Tampoco ayudaron mucho otros políticos en activo de la época.
Para la Historia quedará el artículo de opinión del Molt Imputable ( entonces Honorable) publicado por La Vanguardia en el que venía a decir que La Guerra de Iraq era buena porque Francia estaba en contra. Como su opinión ya no interesa a nadie, no se lo preguntarán pero, supongo que, por coherencia, ahora opinará que la guerra al ISIS es mala porque Francia está a favor.
Los guiñoles de canal + supieron sacarle punta a esta opinión  con la frase : No a la Guerra! pe-ro poquito.
Lo malo de este tipo de acciones bélicas es que no resulta posible evaluar su efectividad

Estamos en occidente más seguros que antes de la invasión de Irak?

Tengo otra anécdota al respecto:

Regresando de Las Islas Maldivas con Menchu en agosto de 1998, nuestro vuelo Karachi- Frankfort tuvo que regresar a Karachi porque el Presidente Clinton de USA cerró el espacio aéreo afgano para bombardear en respuesta por los atentados a su embajada en Nairobi.
No se si lanzarían las bombas en medio del desierto pero apenas tres años más tarde ( septiembre de 2001) los mismos terroristas derribaron las torres gemelas de Nueva York.
Precisamente fue mi amigo Alberto del que he hablado más arriba el único  que me dio un argumento claro sobre la guerra de Iraq.
Me envió un e-mail que se notaba se lo había currado.
Lamentablemente esa epístola se perdió junto con muchas otras cosas mías durante el período en que estuve fuera de órbita. Por alguna pista de mi disco duro debe de continuar y, si algún día lo recupero, lo copiaré y pegaré aquí.
El espíritu del mensaje sí lo recuerdo y creo que sigue siendo válido:
La guerra de Iraq era necesaria porque el único idioma que entiende el Islam es el que Israel practica con Palestina desde hace medio siglo.
Y personalmente, estoy de acuerdo.
Obviamente, no soy nadie para interpretar cuál es la voluntad de Dios pero el otro día en Futuroscope pensé que, si Dios hubiera querido que  todos fuéramos musulmanes, Carlos Martel habría perdido la batalla de Pôitiers con lo que el Islam se habría extendido por toda Europa y de ahí a América.También Dios se habría revelado a Mahoma antes de encarnarse en Jesús y antes de que Sidarta Gautama (Buda) alcanzara la Iluminación.
En su defensa no obstante, alegaré que también parece que Dios prefiera que los neocomunistas (neocom) sean musulmanes antes que ateos ( verbi gratia "we can")
Aunque me fastidie estar de acuerdo con Bin Laden, ciertamente creo que esto es una cruzada y se trata de ellos o nosotros.
Como no me fío de lo de bombardear, de todas las opciones que se barajan estos días sobre la posible participación española en esta guerra, la más sensata me parece que es la de reemplazar a las tropas francesas presentes en otros conflictos para que Francia pueda enviarlos a donde hagan falta.
Ahí le queda un nuevo marrón al gobierno que elijamos el 20D.

Menchu en la isla de Lankanfinolu (Maldivas) pocos días antes de que Clinton bombardeara el desierto de Afganistán ( agosto de 1998)