sábado, 27 de febrero de 2016

Sobre gustos

Ya va siendo hora de que alguien escriba algo.
Aprovechando el púlpito que me ofrece mi silla de ruedas y mi dañado cerebro, he decidido yo escribir algo sobre gustos  para que nadie pueda volver a decir que sobre gustos no hay nada escrito.
Me vino la inspiración viendo la película "El oso" de jean-jacques Annaud, simplemente porque la actividad de la caza no me provoca el mínimo interés.
Sin embargo, personas que la practican, sienten auténtica pasión por este ¿deporte?
Honestamente, no acierto a comprender qué gracia se le puede encontrar a pegarle un tiro a un animal  con el que nada vas a hacer. Ni te lo vas a comer, ni vas a hacer negocio con su piel ( como en la película) y, como mucho, llevarás su cabeza a un taxidermista para que te la prepare como trofeo.
Como ya comenté, el cazador de  La Casita de las Flores,lleva a sus clientes hasta un lugar concreto para abatir un ejemplar concreto que él ya sabe que está próximo a su final.
Finalizada la cacería, el cazador lleva al animal al organismo correspondiente para que la carne entre en el circuito de consumo de carne de caza con las garantías sanitarias adecuadas.
El cliente lleva la cabeza al taxidermista, quien se la prepara para poder lucirla en alguna pared de su casa.
Viajes + permisos+ servicios del cazador+ taxidermista le cuestan al cliente cerca de 10.000 euros . Eso sin contar con los gastos derivados de la posesión y mantenimiento del arma
Francamente, no se qué gracia se le puede encontrar al asunto. Con lo divertido que es el tiro al blanco en un club de tiro.
Pero ahí no acaba el asunto. Existen cazadores a quienes las piezas que se pueden encontrar en Europa les parecen una miseria y se van a otros continentes a cazar ejemplares de otras especies. Supongo que el procedimiento debe ser aproximadamente el mismo. Viaje en avión  y otros medios hasta el quinto pino + cazador-guía que te dice qué pieza puedes abatir y te acompaña hasta pocos metros de la misma, etc. Todo para tener en el salón de tu casa de campo la cabeza de un gran mamífero que podíaas haber comprado en cualquier anticuario.  De verdad que no lo entiendo. ¿Tanto placer produce abatir un animal desde una pila de metros de distancia?
De todos modos, de lo que quisiera aquí hoy hablar es de la celtíbera costumbre de hacer bandera de los gustos propios y convertir en enemigos a quienes no los comparten.
Si a mí me gusta el esquí, miraré a quienes no les gusta como unos pobres infelices que se pierden una de las mejores actividades al aire libre que se han inventado.
A su vez, tales personas pensarán de mí que soy un pijo que urbanizo las montañas para mi asueto personal.
Algo similar sucede con la caza. Yo no critico a los cazadores. Simplemente no los entiendo.
Los animalistas calificarán a los cazadores de asesinos.
En el caso de los ateos comprendo que sean animalistas pues, una de las primeras conclusiones trascendentes a las que llegas en la vida es que, si Dios no existe, nada nos diferencia de los animales.
Algo similar ocurre con la fiesta de los toros: Los antitaurinos lo ven como una salvajada consistente en torturar un animal para diversión de unos bárbaros.
Los taurófilos sienten auténtica pasión por la fiesta.
A mí me pasa como con la caza: No entiendo nada. No veo ninguna gracia en el toreo.
Cuando se prohibieron las corridas de toros en Barcelona, me pareció que no era más que otra maniobra de ingeniería social para diferenciarnos de España.
Sin embargo, no mucho tiempo después, en el país a mi juicio más aficionado a los toros de Hispanoamérica ( Colombia) también se prohibieron las corridas.
ADDENDUM 
29 de Febrero de 2016
Otro  gusto llamado a la polémica son los abrigos de pìeles.
A mí, personalmente no me dicen nada. Prefiero las fibras sintéticas como el no-se-cuantos-tex y las fibras llamadas polares.
Abrigan mucho más  son extremadamente ligeras y, muchas de ellas, impermeables.
Los detractores de las prendas de origen animal, aunque no hacen ascos al cuero ( que también lo es ), sí son totalmente radicales en su oposición y tratan de criminales a quienes las usan. Famoso fue el caso hace unos años en que unos presuntos héroes de la Naturaleza  saquearon unas granjas de visones destinados a su cría para utilizar sus pieles
Para mi gusto, el esquí es una de las mejores formas de disfrutar de la naturaleza
Menchu y yo esquiando en Zermatt (Suiza) ( enero de 1992)

3 comentarios:

  1. HOLA SANTI ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CONTIGO EN LOS TEMAS QUE TOCAS, ES MAS, YO CREO QUE LO QUE TUVE EN 1980 QUE AL FINAL DIJERON QUE FUE UNA INFECCION,- SIN BASARME EN NADA SOSTENIBLE- PIENSO QUE PUDO SER DEBIDO A QUE UN CAMARERO DE UNA MARISQUERIA DE VIA LEYETANA, ME RECOMENDO UNO DE LOS MUCHOS DIAS QUE YO COMIA ALLI, QUE COMIERA LA CARNE DE UN PUERCO ESPIN QUE HABIAN RECIBIDO.
    HE LEIDO Y CONTESTADO TU COMENTARIO EN MI BLOG, PERO YO TE RECOMENDABA DOS, EL ANTERIOR SE LLAMA "LA GRAN ESTAFA" Y ES UN HECHO CIERTO DE MIS BUENOS TIEMPOS. (POR FAVOR DIME ALGO)
    UN ABRAZO
    Manel

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    1. Gracias Manel por tu comentario.
      La verdad que nunca me han ofrecido carne de puerco espín pero no me parece muy sugerente. La carne de caza en general ( jabalí, ciervo, etc.) me parece de sabor demasiado fuerte.
      Un abrazo.
      Santi

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  2. HOLA SANTI PARECE RARO QUE EN UN RESTAURANTE MARISQUERIA TE OFESCA EL CAMARERO, QUE YA ME CONOCIA, ME RECOMENDARA LA CARNE DE JABALI, QUE YO NUNCA HABIA PROBADO.
    HOY EN DIA LO QUE ME TEMO ES QUE FUERA DE UN JABALI ENVENENADO Y DE REBOTE ME REPERCUTIERA A MI.
    UN FUERTE ABRAZO
    Manel

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