lunes, 14 de noviembre de 2016

Lo más difícil de los deberes es ponerse

Es la sabia frase que titula esta entrada una reflexión expresada por Santi y ya sentenciada por otro sabio casi tan ídem como Santi (Platón) siglos atrás  aunque expresada con otras palabras: La parte más difícil del camino siempre es empezar.
No sé si eso le pasará a todo el mundo pero, en mi caso, mi vida ha sido una lucha constante contra mi propia pereza.
Existen dos casos en los que la sabiduria popular no sólo considera que el inicio es lo más difícil sino que lo es todo. Comer y rascar sólo es empezar.
También hemos visto lo que ha costado comenzar la presente legislatura. Han sido necesarias dos convocatorias electorales y la defunción de un partido centenario para poder tener un gobierno de la Nación.
También la Mecánica Clásica de Newton nos recuerda en su primera ley o Principio de Inercia según el cual los cuerpos en reposo permanecen en reposo mientras no se ejerza una fuerza sobre ellos
Ese  problema se ha visto agravado después del accidente ya que a los problemas de movilidad se suma la indolencia fruto de la lobotomía que provoca que no me importe la situación.
Cuando era estudiante me fastidiaba suspender una asignatura o, incluso, llegar a clase y comprobar que era el único que no había hecho los deberes.
Ahora, en cambio, no doy importancia a mi falta de compromiso con mis obligaciones y mis terapeutas ya han desistido de machacarme para que cumpla con las tareas que me asignan en mi rehabilitación.
El pasado lunes 10 de octubre volvió a tocarme chute de toxina botulínica con la Bascu y me cayó el correspondiente chorreo por no hacer en mi tiempo libre lo que se supone que debería hacer: Caminar, estiramientos y ejercicios de neuropsicología. Por eso me ha venido a la mente la frase de Santi de lo que cuesta ponerse a hacer los deberes.
Llevo toda mi vida oyendo que dormir poco y madrugar mucho es sólo cuestión de acostumbrarse pero no me lo he creído nunca porque siempre que he dormido poco me he ido quedando dormido por todas partes.Para colmo, la mala noticia es que por medio kilo, ya supero los cien; y es que tres meses en dique seco me han provocado un importante aumento de peso.
La buena noticia es que todavía me duele que los nenes comestibles se quejen de que no les presto suficiente atención.

Si no existe un arranque inicial, nos quedamos en el punto en el que estamos

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