martes, 25 de diciembre de 2012

Un miembro más en la familia


No. Menchu no está embarazada. No somos tan irresponsables. Tampoco hemos decidido adoptar un bebito de importación de un país exótico.
No creo ni que nos dieran el certificado de idoneidad correspondiente. Mi situación económica y de salud no me convierte en un padre ideal para niños con necesidad de ser adoptados.
Ya tenemos bastante con ocuparnos de los comestibles.
Y si Catalunya se independiza, no habrá comida para ninguno de nosotros cuatro, menos aún para un quinto.
A lo largo de nuestros ya más e 20 años de matrimonio vivimos un período triste de paternidad frustrada. Conocimos entonces muchas otras parejas que tenían ese problema y  buscaban todo tipo de soluciones.
No llegamos a iniciar ningún proceso de adopción pero sí conocimos otras parejas que lo hicieron.
También conocimos parejas que optaban por la fecundación in Vitro o la donación de óvulos o de esperma. Conocimos un caso incluso de una chica que no tenía útero y se había planteado la búsqueda de una gestante de alquiler. Al final, se quedó en la adopción  por no ver claro eso de que otra mujer gestara su hijo.
Nosotros tuvimos la enorme fortuna de conseguir un embarazo de forma natural y con nuestros propios genes.
Supongo que otra de las cosas que ha enfriado la crisis y esta incertidumbre sobre el futuro son los tratamientos de infertilidad y los procesos de adopción.
No.
Se trata de algo mucho más sencillo y que conlleva mucha menos responsabilidad:
Una perrita a la que han puesto por nombre Peni.
He descubierto que ese nombre es el de un personaje de una serie de televisión que los comestibles me hacen ver y con la que acostumbro a quedarme dormido.
Yo no era partidario de incorporar una mascota a nuestras ya ajetreadas vidas.
Personalmente, nunca me han gustado los perros.
Yo siempre he sido de gatos.
En particular, por su olor.
Además, de los gatos me gusta su independencia
Conviví con uno durante unos 15 años llegando a encariñarme con él profundamente.
Me hizo mucha compañía mientras estudiaba la carrera y me dio una pena atroz el día que ya no pudo seguir entre nosotros.
No es Peni mi entretenimiento favorito pero ver la felicidad de los comestibles disfrutando con ella, es la mayor satisfacción que me podría aportar una mascota.

Carolina, Santi y Peni a la puerta de casa

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. HOLA SANTI.- FELICIDADES POR EL AUMENTO DE LA FAMILIA.
      HE VISTO A CAROLINA EN EL SUELO CON SU PENI, QUE VEO ES MUY PEQUEÑITA Y CUSTODIADAS POR SANTI, EL OTRO COMESTIBLE. TUS HIJOS SON MUY PERO MUY MAJOS.
      ESPERO QUE PENI NO CRECERA MUCHO YA QUE DE LO CONTRARIO TE PODRIA SUPONER ALGUNA COMPLICACION.
      YO NO HE TENIDO NUNCA NI GATOS NI PERROS, PUES AL VIVIR SIEMPRE EN PISOS NO LO HE CONSIDERADO APROPIADO. MIS HIJOS SE ENCAPRICHARON, HACE AÑOS DE UN JAMSTER, PERO AL VIAJAR MUCHO TUVIERON QUE DARLE LIBERTAD.
      YO POR MI PARTE HE PASADO LA NAVIDAD CON MI HIJA MERCEDES Y UN MATRIMONIO AMIGO, EN UN BALNEARIO
      CERCANO CUYA ESTANCIA DE CUATRO DIAS ME HA GUSTADO MUCHO.
      UN FUERTE ABRAZO.
      Manel

      Eliminar
    2. Gracias Manel por tu comentario.
      Me alegro de que estés pasando unas felices fiestas en compañía de las personas que quieres.
      Pues se trata de un bichón maltés que por lo visto no crecen mucho.
      De momento, ellos son felices con su animalito y eso es lo que importa.
      Un abrazo.
      Santi

      Eliminar

Comentarios y entradas