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Yo Structure and Evolution of Stellar Systems (agosto1995)
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Ahora que Hollywood
nos ha enriquecido la cartelera con Los Guardianes de la Galaxia, creo que es
un buen momento para hablar de esto.
Cuando
terminé mi licenciatura en Física allá por 1986, decidí que quería seguir
estudiando Astronomía y comencé con el doctorado.
Como mi
expediente académico no era nada fuera de serie, no conseguí una beca de
investigación, ni ser aceptado como profesor ayudante en ningún departamento de
la Facultad que era la forma habitual de trabajar mientras se desarrollaba un
trabajo de investigación para convertirlo en Tesis Doctoral.
Sin
embargo, sí hubo una persona que creyó que yo podía realizar un buen trabajo a
pesar de mis limitaciones: La doctora M. A. Català
Aunque en
la Facultad me habían enseñado muchas cosas, no había aprendido a vivir sin
comer ni beber. Además, en casa las cosas tampoco estaban boyantes de modo que
busqué trabajo en la enseñanza que era a lo que tenía más fácil acceso por mi
formación.
Pronto me
di cuenta que eso de ser educador no era lo mío y exploré otras opciones. Como
eran tiempos laborales mucho mejores que los actuales –peores sería imposible-
busqué también trabajo en el sector informático.
Los
anuncios del diario entonces buscaban “titulado superior en Ciencias sin
experiencia. Formación a cargo de la empresa”.
Fue así
como comencé a trabajar en tecnologías de la Información en lo que entonces se
llamaba un constructor (fabricante de ordenadores).
Al
tratarse de una empresa extranjera, la oficina de Barcelona era una simple delegación comercial.
De modo
que, aunque el trabajo era básicamente técnico, estaba fuertemente orientado a
la venta.
Comencé
trabajando sobre una cosa conceptualmente idéntica a Internet pero con una
tecnología aún muy primitiva. Se llamaba videotex.
Como la
empresa era francesa y eso del videotex había tenido un gran éxito en Francia,
se pensó que aquí podría ser igual.
Ni que
decir tiene que, por supuesto, no lo fue.
Sin
embargo, la experiencia me introdujo en el mundo de la dirección de proyectos
tecnológicos y en la relación con los clientes.
Como no
olvidaba mi idea de que de grande quería ser astrofísico, me aseguré de estar
en una oficina próxima a la Universidad.
Como aún
faltaba mucho tiempo para que la Informática se banalizara y los márgenes de
venta se convirtieran en calderilla, en la empresa gozábamos de una gran
libertad de movimiento y el trabajo se
basaba en la responsabilidad personal de
cada uno de nosotros.
Eso
significaba que podíamos hacer lo que nos diera la gana siempre que ningún
cliente no se quejara de nosotros. Además, aunque la telefonía móvil aún no
estaba inventada, sí era fundamental decir a dónde nos íbamos para estar
localizables.
Una vez
tenía el trabajo realizado, yo aprovechaba la proximidad física de mi centro
docente y de investigación para realizar mi trabajo investigador.
Cuando me
iba a la Universidad, comentaba a mi compañero de despacho (F. Iglesias) que me iba a arreglar la Galaxia,
Ferran ya sabía lo que eso
significaba y nunca se dio el caso de que necesitaran localizarme durante una de esas ausencias.
Aunque la
mayor parte del trabajo lo realizaba en casa con mi ordenador personal,
periódicamente era necesario verme en persona con mi tutora.
Así
fueron pasando los años y la Dra. Català
se acabó cansando de mí, de modo que me asignó un codirector: El Dr. R. Cubarsi
Con esta
estrategia de trabajo fue como conseguí terminar mi tesis doctoral y publicar
algunos papers sin lo que nunca habría sido admitido como miembro de la IAU.
El día
que comenté a Menchu que me habían admitido en la IAU, recibió la noticia con
gran alegría pues sabía que era una de las ilusiones de mi vida.
La
expresión “arreglar la Galaxia” ha trascendido y para Menchu significa que
estoy trabajando en nuevos estudios y publicaciones, lo cual es de su agrado
porque me ve con interés en algo que no sea sólo este blog o echar la siesta.
Incluso
la Bascu me dijo que desarrollar un paper era
una buena terapia para mí.
De modo
que ahora arreglo la Galaxia por prescripción facultativa.
Ahora que
comienzan las vacaciones y no tengo terapia porque mis terapeutas también están
de vacaciones, dispongo de más tiempo que nunca para arreglar la Galaxia. Los
comestibles aún no están al corriente de esta forma de expresarme y no acaban
de entender qué hago tantas horas en el despacho.
Yo creo
que Santi piensa que estoy todo el día con videojuegos porque es lo que él
hace. También debe suponer que me paso el día mirando videos de youtube, cosa que sí hago de
vez en cuando.
Como mi
tema actual de trabajo es un fenómeno denominado “desviación del vértex”, a
veces le cuento a Menchu que estoy arreglando la desviación del vértex, lo cual
es coherente desde un punto de vista gramatical.
Si el
lector tiene interés en conocer algo más
de en qué consiste mi trabajo, aquí está nuestra última publicación. Nótese que entre los autores, además de Cubarsi y
yo, hay dos nombres con resonancias serbias. Se trata de astrónomos del
Observatorio de Belgrado, aunque personalmente, sólo conozco a Slobodan
Ninkovic.
Era este
Slobodan mi fuente directa de información sobre lo que ocurría en Belgrado en
1998 cuando la OTAN se dedicó a bombardearlos.
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