Transplante de cabeza

Como últimamente leo todo lo que cae en mis manos de neurociencias, me ha sorprendido descubrir que, al parecer, la técnica para transplantar la cabeza de un ser humano a otro ya está a punto.
Como nuestro yo se encuentra en el cerebro, esta operación es, en realidad, un transplante de cuerpo.
A mí esta técnica no me habrá de servir de nada porque lo que tengo dañado es el cerebro y no el cuerpo, de modo que poner mi cabeza en un cuerpo diferente no me solucionaría nada ya que la parte de mi cerebro que ( no) rige el movimiento de mis extremidades izquierdas seguiría igual.
Sin embargo, creo que es una buena noticia porque significa que ya saben cómo reconectar una médula espinal seccionada, lo cual permitirá a los lesionados medulares ( de los que tengo unos cuantos compañeros) a recuperar su plena movilidad.
Como el donante del cuerpo ya estará muerto, dará igual el cuerpo que le pongan, como si no le ponen ninguno y directamente tiran su cabeza al contenedor de residuos biosanitarios.
Otra posibilidad que abriría esta técnica es el cambio de sexo que permitiría a la persona transexual disponer de un cuerpo con aparato reproductor plenamente funcional permitiéndole menstruar y llevar adelante un embarazo completo, así como amamantar a su retoño una vez nacido.

El lado negativo de esta intervención es que, cada vez con más frecuencia veremos personas de cuerpos atléticos y juveniles pero afectados de demencia senil o Alzheimer..