El proceso permanente

Con frecuencia me preguntan qué voy a hacer en vacaciones. Pues nada. La rehabilitación no se puede interrumpir. Si dejas de hacer rehabilitación, vas para atrás.
El otro día comentaba con el socorrista de la piscina que esto de la rehabilitación es como el deporte profesional. No puedes dejar de mantenerte en forma y esperar que llegue septiembre para volver a competir, pues cuando llegue septiembre no podrás ni abrocharte los zapatos.
Ya notaba este mismo problema en mis tiempos de estudiante universitario. En verano no podías parar porque, si no, al reanudar el curso, no te acordabas ni de sumar y ya no eras capaz de tomar apuntes en clase, menos aún de seguir una demostración matemática sin perderte.
Lo mismo pasa con el proceso soberanista.catalán.
Es un proceso constante que no se puede interrumpir ni un segundo.
Cada convocatoria electoral de la naturaleza que sea es un plebiscito en el que todos los votos que no van al PP son contados como secesionistas.
Y como es muy difícil que el PP tenga siempre la mitad de los votos más uno, los separatas viven convencidos de que la independencia de Catalunya debe ser proclamada cuanto antes mejor, ya que el pueblo lo está exigiendo y el gobierno catalán tiene la obligación de escuchar el clamor popular y actuar en consecuencia.
El prusés es algo permanente para los separatas. Cada segundo que pasa sin que la Plaça de Sant Jaume se llene de banderas españolas enarboladas por unionatas exigiendo la no-secesión, es interpretado por los separatas como un clamor popular de mandato democrático a favor de la secesión.
Para gozo del PP, cualquier voto que no va a ese partido lo interpretan los separatas como un voto a favor de la secesión.
Así nos va.
Entre los de PUdImos prometiendo convertir España en un archipiélago Gulag y los separatas considerando que todo lo que no sea PP, son ellos,  Rajoy puede seguir tumbado echando la siesta que tiene asegurada la poltrona. Menos mal que  sigue existiendo Ciutadans - declarado enemigo de Catalunya que al menos los ha dejado sin pasta en Madrid.
Tienen a su favor un gobierno español que ni ha hecho, ni hará nada para evitarlo.
Aunque pensándolo bien, mejor así porque, de hacer algo, sería a peor.

Como en la fe budista, el proceso secesionista y el de rehabilitación son un nudo infinito que no tiene interrupciones