martes, 3 de septiembre de 2019

Más dura será la caída

Siendo el hilo conductor de este blog el daño cerebral adquirido (dca) es lógico que regrese con frecuencia al tema del boxeo, si bien en este caso lo que me interesa es únicamente el título y no el argumento de la novela titulada como esta entrada y que aborda las cloacas del submundo del boxeo.
Dicho título evoca el hecho evidente de que, siendo imposible permanecer eternamente en la cima, más pierdes cuanto más tienes en el inevitable momento del descenso.
Es obvio que tras  un accidente que afecta el cerebro son muchas las cosas que pierdes  y más pueden ser en función de las que tenías.
De hecho es una alegoría de la vida misma ya que más sufren la inevitable vejez quienes mejor vida han llevado.
Decía mi recuñado (cuñado de mi cuñada Amparo) José Ignacio que morirse siempre es una putada pero respecto a morirse siendo rico no existe ningún calificativo en español para describirlo.
Yo , ni me he muerto, ni soy rico pero sí he perdido muchas cosas tras el accidente.
No quiero volver a ser pesimista como en cierta ocasión que sí me quejé de lo perdido, así que me centraré en lo que podía haber perdido y todavía puedo disfrutar.
Desde el principio de mi rehabilitación me han hecho la pregunta de qué echo más de menos de mi vida anterior al accidente.
Es en estas épocas de vacaciones cuando más cuenta me doy de lo que significa el término persona de movilidad reducida pues antiguamente realizaba con Menchu algún viaje a tierras lejanas y, aunque tales viajes se sustituyeron por las vacaciones en la casita de las flores cuando vinieron los niños, incluso eso me ha quedado vetado, pues no haré conducir a Menchu 1.400 Km para estar encerrado en el apartamento durante quince días ya que lo que allí se hace son básicamente caminatas por la montaña.
Me quejaba el otro día de mis dificultades de atención que me entorpecen mi actividad científica que me gustaría continuar.
Aunque estaba razonablemente satisfecho de mi doble actividad profesional (informática y docente ) tampoco es algo que eche extraordinariamente de menos.
En ocasiones, algún compañero de terapia me describe diciendo que yo era catedrático.
Lo cierto es que nunca lo fui. Ni de Universidad, ni, menos aún, de instituto.
De hecho nunca fui profesor de instituto y mi experiencia docente en secundaria se limita a escuelas privadas.
De haber sido catedrático, habría experimentado una sensible pérdida en mis ingresos económicos, ya que el salario de un catedrático supera a una pensión, aunque esta sea de invalidez.
Tampoco fui nunca un crack de la Astrofísica y, si hubiera conseguido acceder a alguno de los centros punteros de investigación a los que postulé, ahora sería algo que sí echaría de menos.
Algo similar sucedería si hubiera llevado a cabo una intensa actividad deportiva.
No obstante, habiendo sido la mayor parte de mi vida de actividad intelectual, las actuales limitaciones físicas no se revelan como tan importantes.
Me gustaba el esquí y el montañismo pero nunca fui bueno en ninguno de los dos deportes, ni en ningún otro.
Sin embargo, podría haber perdido mucho más intelectualmente si en lugar de sufrir tda, sufriera amnesia y hubiera olvidado todo lo que con tanto esfuerzo me costó aprender.
Por ejemplo, tengo un compañero de terapia que a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico (TCE) por un accidente de moto, ha olvidado toda su vida anterior al accidente ( sí, en plan película de terror).
Sabe que estuvo casado y divorciado dos veces porque, estando ingresado en el hospital tras el accidente, se presentaron dos señoras a reclamarle las pensiones de divorcio que había dejado de pagarles.
Afortunadamente, tiene una hija a la que sí recuerda
ADDENDUM
Documentándome al respecto, descubro que la frase que titula esta entrada fue usada por el autor de la novela y no al revés: Aquí pongo una mayor descripción de su significado
pero considero innecesario rectificar nada de lo dicho más arriba
Llevada al cine por Mark Robson en 1956 Más dura será la caída resultó ser la última película de Humphrey Bogart

3 comentarios:

  1. HOLA SANTI, ES INEVITABLE QUE HAYAS PERDIDO ALGUNAS COSAS QUE AFECTABAN A TU CEREBRO Y QUE TODAVÍA TE QUEDAN MUCHISIMAS.
    SI TE MUERES SIENDO RICO HAY QUE CONSIDERAR QUE EL TIEMPO TE HA HECHO UNA GRAN TRASTADA.

    DESDE LUEGO TE QUEDA MAS DE LO QUE HAS PERDIDO, ASI ES QUE ALEGRATE Y NO SUFRAS.

    EN CUANTO A LAS VACACIONES HAY QUE CONFORMARSE CON LO QUE SE TIENE, PUES YO CASI NO SALGO DE CASA POR NO PODER VIAJAR A MIS CASI 92 AÑOS.

    YO CREO FIRMEMENTE QUE PODRIAS CONTINUAR CON TU ACTIVIDAD CIENTIFICA.

    DICES QUE NO HAS SIDO CATEDRÁTICO DE UNIVERSIDAD NI INSTITUTO Y AÚN ASI TIENES UNA BUENA PENSIÓN DE INVALIDEZ.

    TE VEO MAS INTELECTUAL QUE DEPORTISTA.

    DENTRO DE TODO NO PUEDES QUEJARTE POR QUE RECUERDAS TUS ESTUDIOS CASI A LA PERFECCIÓN.

    UN FUERTE ABRAZO
    MANEL.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Manel por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo pero la actividad científica me está resultando complicada.
    Un abrazo.
    Santi

    ResponderEliminar

Comentarios y entradas